¿Qué pasaría si una flota de colonización Terran quedara atrapada en el terrible universo de Warhammer 40K?
En esta historia nuestros protagonistas son parte de una flota con la misión de colonizar un planeta lejano. Para su mala suerte, quedando a...
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El rifle gauss C-16 Rampage es la nueva arma estándar de los Marines en la Alianza Terrana diseñada por ordenes del Almirante Kite en aras de aumentar la letalidad de los Marines. Utiliza tecnología similar a un acelerador lineal. Se ha mejorado el sistema Gauss con los imanes producidos a partir de la magnetita extraída en la Luna de Calidus "Geir" para poder acelerar el proyectil varias veces más rápido que con su predecesor mediante el proceso de inducción magnética consumiendo solo un poco más de energía que antes. Ciertamente una maravilla de la ingeniería Terran.
Los propios proyectiles están revestidos de acero y poseen una punta de Seolita que al super acelerarse, se calienta dejando una estela roja que a menudo se le asocia con un laser. ______________________________________ PLANETA CARMÍN CIUDAD CÚPULA A-127 Año 53, 2 agosto
El planeta Carmín era un amplio paramo de arenas rojas y una de las colonias mas exteriores de la Alianza Terrana. Sus tierras eran ricas en minerales así como uno de los componentes necesarios para producir la Seolita. Era una de las colonias mineras más preciadas pero aún así no tenía una gran fuerza militar apostada en ella, simplemente los Terran se habían confiado al no tener ningún depredador potencial que pudiera realmente hacerles frente. Se creían en el paraíso.
Este planeta se veía constantemente azotado por tormentas de arena por lo que las ciudades estaban protegidas por una cupula gruesa de cristal de grado militar. Un misil nuclear probablemente no podría destruir la cúpula ni callendo directamente sobre ellos por lo que los mineros y sus familias vivían en paz en el interior de estas grandes construcciones. Si mirabas y comparabas el interior de la cupula con el exterior, era como comparar el dolor de que te arrojen una esponja a que te arrojen un ladrillo. Simplemente era hermoso. Un paraíso verde con casas ecológicas de color blanco marfil, cada casa era igual pero a pesar de ello el paisaje no resultaba monótono. El aire en el interior era puro y fresco e incluso se podían sentir brisas de viento que refrescaban a sus habitantes haciendo notar el esfuerzo que los Terran habían puesto en darle comodidad a las vidas de estos desgraciados mineros que nunca pondrían un pie fuera de sus cúpulas. Estaban condenados a minar y recolectar minerales para la Alianza pero la verdad es que estaban acostumbrados y les gustaba esa vida tranquila.
Reinald era uno de esos mineros con una familia que seguía una rutina diaria sin quejas. Trabjaba, llegaba a la casa y estaba con su familia y luego dormía para finalmente regresar a su trabajo. Aunque no les pagaban mucho la verdad, el era feliz mientras pudiera estar con Rose y su hija Carmen.
Este era un día como cualquier otro en que iba al trabajo. Antes de salir se puso un traje de entorno hostil muy similar al que usaban los fantasmas pero sin los sistemas psiónicos, básicamente era la versión original que se usaba para minar en ambientes donde un humano comun no podría sobrevivir, de ahí su nombre. El traje rojo se ajustó automáticamente a su cuerpo y tomó su casco antes de mirar a su mujer con una sonrisa.
