Capitulo 44: Estrellas Halo (3)

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Sitaura surcaba el cielo a gran velocidad, su figura imposible de seguir por la vista de un humano corriente. Todavía estaba pensativa en cuanto a la situación de esos marines, tanto tiempo en este lugar debería de haberlos afectado de maneras que ella no podía llegar a comprender.

-¿Aguila 1-56 me copian? -Sitaura usó los sistemas de radio de su armadura para intentar comunicarse con la nave.

-aquí Aguila 1-56, vienvenida comandante. La estábamos esperando.

Sitaura llegó al campamento que sus hombres habían construido. Habían al menos 7 naves en el lugar aunque una de ellas estaba encajada en el suelo, al parecer la tormenta eléctrica la había derribado. Una docena de vehículos blindados estaban rodeando el campamento mientras todos se movían preparando defensas temporales.

Ella había activado de nuevo el yelmo de la armadura así que ninguno pudo reconocerla, eso sería problemático en este momento

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Ella había activado de nuevo el yelmo de la armadura así que ninguno pudo reconocerla, eso sería problemático en este momento.

-recojan el campamento, nos tenemos que mover antes de que llegue la noche...

La mirada de la emperatriz se movió hacia el horizonte fijándose en el sol de este mundo que era muy similar al de la tierra. Una pequeña estrella que tenía al menos once planetas orbitabdo a su alrededor. La mayoría de ellos eran mundos muertos sin utilidad alguna.

El ruido de las piedras siendo aplastadas se pudo escuchar cuando el lider de los soldados, un hombre robusto que estaba equipado con una armadura CMC de segunda generación se acercó a la lider de los Terran.

-mi señora, no quiero poner en duda su autoridad pero ¿A donde vamos?. Nuestra flota fue atacada por enemigos que ni siquiera podemos ver y no tenemos forma de volver a casa.

Todos en el campamento se detuvieron por un momento para mirar a Sitaura. Todos tenian la misma duda en su corazón. Las Aguilas eran naves rápidas pero tardarían mucho en regresar usando una de ellas aunqueblo más probable era que el combustible se acabara antes de que recorrieran ⅒ del camino hacia su hogar. También estaba el echo de que este lugar parecía estar plagado de extrañas razas alienígenas como esos parásitos que habían atacado la flota.

-No puedo asegurarles nada. Yo misma no se si podamos regresar a casa pero lo que les puedo decir es que intentaré con todas mis fuerzas que todos podamos volver con vida.

El capitán de los mercenarios se quedó en silencio por un momento y luego se giró hacia sus hombres- ¡ya escucharon! Todos regresen a lo suyo. Un miembro de la guardia dorada de la emperatriz está dispuesta a salvar nuestras vidas, se pueden ir sintiendo honrados, lucharemos nuestro camino a casa al lado de una leyenda. Nuestros nombres seran tallados en el obelisco negro de Babel.

Los hombres rugieron ante las palabras de su capitán y empezaron a recoger el pequeño campamento y a subir de vuelta los vehículos blindados a las naves de una forma perfectamente coordinada lo que mostraba que todos estos hombres tenían mucha experiencia. Sitaura descendió del cielo aterrizando al lado del capitán y caminó a su lado en dirección a una de las naves.

Perdido en las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora