Perdido en las Estrellas

Capitulo 51: Una Nueva Luz

N/A: waos, ya van 60 partes con esta desde que empecé a escribir esta historia. 😮

Muchos se han unido y otros muchos han abandonado y pido perdon si exageré o hice algunas partes poco realistas (dentro de lo que cabe xD) pero les agradezco a los que empezaron a leer por darle una oportunidad al libro y a los que han llegado hasta aquí por leer.

Sigamos con esta historia que cada vez se acerca más a su fin.

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SWORD OF TERRA
NARNA, PUERTO ESTELAR

Los muchos regimientos de la guardia real marcharon precedidos por los Marines Espaciales y enormes maquinas de guerra raramente vistas en este Sector, muchas de ellas ni siquiera habían estado disponibles para la flota de Copulius. En perfecto orden las tropas descendieron por las grandes plataformas de descarga dirigiéndose al puerto estelar alzando en alto el estandarte del águila imperial, similar a la usada por el imperio de este universo pero con una sola cabeza. Pero la mirada de todos los civiles o militares que miraban el impresionante desfile que marcaba el inicio de una época de guerra se dirigió hacia el grupo que iba en el centro del ejército.

Sobre una gran plataforma flotante habían 5 hombres sentados en grandes tronos que extrañamente eran iguales mostrando que estos guerreros estaban en igualdad de condiciones. La única diferencia entre ellos podría ser el modelo de sus armaduras y en especial la de Luciel que había sido convencido por Sitaura para que actualizara su armadura. Oro dorado forjado en la placa de ceramita, inscrito con oraciones de bendición y cantos de guerra. Frente a el estaba una espada de energía que estaba usando para apoyar sus manos, la vina de hueso espectral brillando levemente ante la luz del sol que se reflejaba.

Alrededor de la plataforma marchando con sus distintivas lanzas en mano, se podían ver a los guerreros de la guardia dorada. Sus alas de energía ondeaban como capas ante un inexistente viento generando una ilusión atrayente para la vista. Los bellos ornamentos de sus armaduras hizo que varios artistas de entre la multitud se quedaran sin palabras pero todos podían sentir la emoción surgiendo en su corazón. Las leyendas estaban vivas y caminando frente a ellos.

Hasta Narna habían llegado las historias de los guerreros dorados que habían protegido al imperio en sus primeros días. Nadie había creído la noticia de que habían sido destituidos de sus funciones y al parecer esta vista lo confirmaba. Pero su presencia era preocupante. Habían alrededor de 50 de ellos presentes y tal cantidad significaba que alguien había cruzado los límites de la emperatriz al punto de que envió a su elite para apoyar en el esfuerzo de guerra.

Luciel miró un momento a esos guerreros dorados que le rodeaban y negó. Le recordaban a los custodes, maquinas creadas para guerra, fieles hasta la médula a su creador aunque ya sea para bien o para mal estos parecían ser más humanos que los protectores del palacio. Luego de un rápido vistazo su mirada recorrió la multitud que alegremente le recibía.

La verdad no entendía la emoción de las personas ante este tipo de eventos. Ver a un ejército marchar indicaba el inicio de una guerra y el fin de la vida pacífica que habían mantenido bajo la protección de los terran. Ya no podrían ser complacientes y el mundo revelaría los colmillos que había ocultado mostrándoles cuan cruel podía volverse de un momento para otro.

El fuego de la guerra se había avivado una vez más y había tomado mucha más intensidad de la que los Terran eran capaces de manejar por si solos.

Luego de casi media hora llegaron a las instalaciones donde se quedarían. La ciudad fue inmediatamente ocupada por sus fuerzas, no podía darse el lujo de ser atacado y sufrir bajas innecesarias. Primero debía asegurarse de que este lugar era seguro antes de empezar la guerra.