Capitulo 40.5: Vitacora de viaje

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Comandante Roland Virchop
14 de Marzo del año 65 del calendario militar

Acabamos de entrar al área marcada como peligrosa en los mapas estelares. Era una zona salvaje que no estaba habitada que supieramos por ninguna de las razas dominantes de esta galaxia lo cual era muy extraño. El echo de que la Armada no se atreviera a entrar a este lugar decía mucho de la operación pero aún más sorprendente fue el echo de que en secreto un pasajero se había infiltrado sin que lo supiéramos en nuestro barco y lo descubrimos solo hace unos días.

No nos había dicho su nombre pero por su armadura era obvio que era parte de la famosa guardia dorada que se describía en historias a los niños del Imperio. Era impresionante que incluso yo, un hombre más alto que el promedio tenga que mirar hacia arriba para verle a la cara.

Estos tipos eran la máxima autoridad en el gobierno así que por eso y mi buen corazón le permitimos partir con nosotros sin armar mucho jaleo. Obviamente también aceptamos su amable oferta de un par de millones de créditos, es de mala educación rechazar un regalo como ese después de todo.

Las comunicaciones no se han visto interrumpidas y se mantienen claras y sin interferencias. Cada nave realizaba su Tic de forma puntual a pesar de todo, no podíamos bajar la guardia nunca. Cada hombre estaba equipado con su armadura y armas o al menos dormía cerca de ellas cuando le tocaba descansar mientras que las naves de combate tenian sus sistemas al límite preparados para cualquier eventualidad.

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Ya estamos en el més de Julio. Las cosas se han relajado un poco y a pesar de que seguimos con la guardia alta, hemos podido relajarnos un poco. En estos días he notado que mis hombres estan un poco cansados así que he decidido permitirles descansar un poco más, de cualquier forma hasta ahora no nos hemos topado con ninguna amenaza real.

Es un milagro como después de tres meses no hallamos encontrado ni una sola señal de vida en estos planetas y extrañas estrellas. Hace una semana aterrizamos en una pequeña luna que presentaba abundante flora y no pudimos encontrar un solo rastro de vida animal. Al principio creímos que la vida silvestre podría resultar peligrosa pero después de una adecuada investigación nos dimos cuenta de que no era el caso.

Salimos lo más rápido posible de ese lugar al encontrar algo que estoy seguro y nos heló los huesos a más de uno. Un enorme cementerio de animales que se extendía por cientos de kilómetros con millones de esqueletos de animales con extrañas formas dispersos, se podían ver algunos que eran tan pequeños como un puño hasta los más grandes que solo podían ser descritos como titanes.

 Un enorme cementerio de animales que se extendía por cientos de kilómetros con millones de esqueletos de animales con extrañas formas dispersos, se podían ver algunos que eran tan pequeños como un puño hasta los más grandes que solo podían ser de...

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Decidimos alejarnos de esa luna. La armada ya se encargaría de investigar ese lugar en el futuro y quizás puedan dar con la verdadera razón del suceso.

El miembro de la guardia dorada era al parecer un hombre de pocas palabras. Siempre estaba cubierto con una capa negra y solo decía las palabras necesarias a través de telepatía. Este poderoso guerrero no había descendido y se había quedado en mi nave a órbita alta mirando con curiosidad las grabaciones y muestras que tomaban los equipos de exploración.

Cuando vió el cementerio de esqueletos sus palabras fueron las que nos causaron verdadero Chock ya que por primera vez escuchamos su voz real.

-dile a tus hombres que salgan inmediatamente de allí. Nuestra misión ha terminado.

La Templario había revelado su identidad femenina al hablar pues no había pensado y poco le importaba este echo. Ella sabía que pensaban que era hombre pero no se había molestado en corregirlos.

Intenté pedirle explicaciones pero después de una mirada amenazante tuve que ceder.

-está bien, después de todo son ordenes de arriba...

Empezamos el viaje de regreso sin saber que era más fácil entrar a la boca del lobo que salir con vida de esta.

Perdido en las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora