CAPITULO 4°

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Jeanne

Salí de mi habitación y bajé a la cocina por zumo. Me llevé un trago a mis labios y respiré profundo.

—Buenos días. —Su voz ronca me hizo dar un salto. Giré y estaba tumbado en uno de los sofás sin camisa.

—¿Qué haces aquí Félix? —Él frunció el ceño, se puso de pie y se acercó a mí.

—¿Buenos días Félix? ¿Cómo amaneciste? ¿Dormiste bien? O ¿Gracias por traerme sana y salva a casa? —No evite sonreír.

—Hola.

—¿Solo eso? —dio otro paso hacia mí.

—Y todo lo que dijiste.

—Eso me parece mejor. —Le brindé jugo y se sentó en la encimera de la cocina. Me quedé en silencio mientras lo veía tomar de su vaso.

No quise sacar el tema de lo que pasó anoche y no era correcto hacerlo cuando vi sus hombros desnudos un poco tensos.

En la noche

—Me encanta tu nariz. —Luego llevé mi dedo hacia su ojo y tuve cuidado de no pincharlo—. Me gustan tus ojos. —Y llevé mi mano a su cabello, retiré el mechón rebelde y señalé su cicatriz—. Y me encanta tu cicatriz...

Jeanne.

¿Cómo te hiciste esa cicatriz?

—¿Por qué ahora te interesa?

Siempre me intereso, solo que nunca saque el tema. Es que tiene una forma poco común pase mi mano con delicadeza por su cicatriz teniendo cuidado que no le afectara mi tacto, pero si le afecto porque quitó mi mano.

No tiene historia.

¿Seguro? Pareciera que te afecta más de lo normal. ¿Te duele?

Me lo hice hace años Jeanne, ya no duele.

¿Estás seguro?

Qué no es nada. Tal vez me había precipitado en preguntarle—. Es mejor que bajemos.

Está bien.

Actualidad

Decidí olvidar lo que pasó, igual no era algo en lo que debía involucrarme.

—Llévame al centro comercial —dije.

—¿Me lo estás ordenando?

—Te lo estoy pidiendo.

—De acuerdo Williams.

Al llegar nos encontramos con Jason y ambos me acompañaron a comprar ropa. Entré al vestidor con varias prendas y les mostraba a los chicos los cuales no ayudaban mucho.

Salí con un vestido amarillo que me llegaba más arriba de la rodilla.

—Me encanta —aplaudió Félix y mi hermano lo apoyó.

—Divina. —Lo acompañó Jason con aplausos.

—¿Seguro que se ve bien? Se me ve la cicatriz de mi rodilla.

—Eso no importa, te ves increíble. —Le restó importancia Jason. Me volví a mirar en el espejo y decidí probarme otro.

—Mejor escojo otro. —Al entrar me comencé a cambiar y me puse otro vestido de color rojo oscuro que me arrepentí cuando estuvo en mí. Salí y la expresión de ambos cambió de inmediato.

—¿Se me ve mal?.

Wow. —Félix fue el primero en decir algo—. Te ves... Hermosa.

—Hermanita, te miras deslumbrante. Llevaremos ese, eso es seguro.

Amor sobre hieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora