45.

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45. Resaca y consejo.

El fuerte sol cayendo directamente hacia su rostro, más en específico hacia sus ojos, hizo que se despertará, la luz eran tan intensa que no podía ver con claridad.

Su cabeza dolía también, dolía y daba vueltas como nunca antes en su vida, se sentó débilmente en la cama y se sobo las cabeza intentando —inútilmente— calmar su fatiga.

Estuvo unos minutos en esa posición lamentando toda su existencia por sentirse tan enfermo.

La puerta de pronto fue abierta haciendo un chirrido molesto en el proceso, pronto se hicieron presentes las punzadas en sus cienes.

—Silencio...— se quejo en un tono bajo, casi como si fuera un susurro.

—Lo lamento.— hablo en el mismo tono ollie, él llevaba una bandeja donde caragaba el desayuno —¿Cómo te sientes?—

—Me quiero matar.— hablo con dificultad, sentía su garganta extremadamente seca.

Ollie contuvo una risa y se sentó a su lado en la cama, puso la bandeja de comida en una mesa de noche y solo le entregó un jugo de naranja con una pastilla.

No lo pensó demasiado y tomó rápidamente la pastilla junto con todo el jugo que le habían dado , luego de eso tosio unos segundos por el líquido completamente ácido.

Dejó el vaso a un lado y lo miró un poco confundido.

—¿Cómo llegué aquí?— se sobo la cabeza nuevamente —¿Cuánto bebí anoche?—

Olli lo miró unos segundos, se veía un poco nervioso pero intentaba ocultarlo. —Bebiste demasiado, te traje aquí antes de que hicieras una tontería.—

Estaba un poco sorprendido, el no era de beber, unos tragos claro que se había tomado pero nunca tanto para olvidar completamente lo que había hecho y mucho menos nunca tanto para que su cuerpo estuviera en ese estado.

Sentía una laguna mental, aunque intentará recordar que pasó el día de ayer no podía recordarlo, si lo intentaba volvía a sentir esos fuertes dolores de cabeza.

Se dio por vencido, si había hecho algo importante o vergonzoso anoche ollie le hubiera contando.

Suspiro y luego habló con sinceridad.  —Gracias.—

—¿Por qué?—

—Por cuidarme y no permitirme hacer pelotudeces,—

Ollie apreto con fuerza sus manos, esto pudo ser notado por el azabache que ahora estaba un poco inquieto ante su comportamiento, las dudas y el miedo a lo que hizo durante ese lapso de la noche donde no lograba recordar nada comenzó a inundarlo.

—Ollie.— habló para llamar la atención de su amigo —No hice tonterías anoche, ¿cierto?—

Ollie se mordió un poco el labio y guardo silencio, era evidente que le ocultaba algo.

—Ollie— hablo esta vez con un tono más serio y hasta amenazante —Decime ahora.—

—No...— ollie lo miró un poco apenado — No hiciste algo que no hubieras hecho en tus cinco sentidos, yo creo que harías lo mismo, sí...—

—¿Qué es lo que hubiera hecho igual según vos?— interrogó, está vez la preocupación había sido dejada de lado y lo invadía la curiosidad, no había hecho nada malo o ridículo al parecer.

—No se si deba decirlo...—

—Ollie corta el drama, solo decilo.—

Ollie tomó un poco de aire, estaba un poco —demasiado— nervioso por lo que estaba a punto de decir.

𝘕𝘰𝘵𝘢 𝘥𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢. #𝙨𝙥𝙧𝙪𝙖𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora