49. Epílogo.
Feliz navidad.El viento soplaba fuertemente por toda tortillaland, la ciudad había sido bellamente cubridad por unas gruesas capas de nieve que habían caído sin parar durante toda la noche anterior.
Brillantes luces de colores representativos a la temporada, renos de narices rojas y renos normales acompañados con el típico hombre de traje rojo, bastones de caramelo, estrellas y árboles gigantes, todo eso encontrarías si mirabas la ciudad.
Era navidad y todos los habitantes lo sabían.
Muchos corrían a casa para pasar ese día especial junto a sus familias o amigos, otros no iban con el mismo entusiasmo, otros se quedarian en el trabajo y pedirían disculpas a sus personas queridas por no acompañarlos, y otros, otros como spreen corrían a última hora para comprar un par de regalos y no quedar como unos olvidadizos y tacaños.
El azabache miraba aterrado el rejoj en su mano, once y cincuenta minutos, tarde ¡muy tarde!
Maldijo internamente, se había quedado en la oficina solo para revisar si la próxima edición estaba pefercta y no se había fijado en el reloj.
¿Pero porque tanto el apuro?
Siemple.
Carrera la había invitado a pasar navidad con robleis y otros amigos en su casa, él se iba a negar por lo ocupado que se encontraba esos últimos días pero decidió aceptar cuando escucho que no tendría que aportar nada para la cena ni para la fiesta que habría después.
La única condición era que tenía que llevar un regalo para cada uno de los invitados.
Ya tenía el regalo de carrera, el de betra, el de robleis, el de mayichi y ahora solo faltaba el regalo de cierta rubia. Se le había hecho difícil de encontrar y comprar algo para esta última pues no sabía de sus gustos, apenas había cruzado algunas palabras con ella, pero sólo con eso se había dado cuenta de que era una persona muy gentil y amable, no quería quedar mal y no traerle un regalo a alguien que se notaba que todos apreciaban por buena razón.
Pero no todo estaba perdido, había escuchado por accidente en una conversación de carrera y esa rubia sobre como a ella le encantaba cierta marca de perfume que vendían solo en la plaza del centro comercial.
Caminaba más rápido, la mayoría de las tiendas habían sido cerradas, sus brazos dolían un poco por cargar con tantas bolsas que para molestarlo y ponerlo aún más nervioso tenían que envolver con papel de regalo después.
No le alcanzaria el tiempo.
La brisa helada agitataba con fuerza sus sueltos y rebeldes cabellos por lo rápido que corría, esto le generaba pequeños escalofríos y no podía evitar temblar.
Aunque su cuerpo sabía que el clima era terriblemente frío no podía evitar sudar por todo la actividad física que habia hecho de pronto. Su respiración era agitada, su pecho subía y bajaba con dificultad.
—¡Feliz Navidad!—
Pudo escuchar como toda la gente que estaba a su alrededor se detenía para felicitar a los demás, miró su reloj de nuevo, eran las doce y punto, ya era navidad, suspiro dandose por vencido y con cansancio busco una banca para sentarse.
Se sentó pesadamente en la banca helada y sintió como los huesos de su cuerpo porfin podían relajarse, sacó con cuidado su celular para buscar entre sus contactos a carrera para informarle que llegaría un poco más tarde de lo previsto y le dio la idea de que se vayan adelantando en todo lo que habían planeado.
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𝘕𝘰𝘵𝘢 𝘥𝘰𝘳𝘢𝘥𝘢. #𝙨𝙥𝙧𝙪𝙖𝙣
Fanfiction"¿𝑸𝒖𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒅𝒊𝒔𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒐 𝒂 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓 𝒑𝒐𝒓 𝒂𝒍𝒄𝒂𝒏𝒛𝒂𝒓 𝒍𝒂 𝒇𝒂𝒎𝒂?" Spreen tenía una respuesta clara a aquella pregunta tan complicada, el híbrido de oso estaba dispuesto a hacer todo lo que fuera necesario para lograrlo. C...