Habían pasados algunas semanas desde que el verano se había terminado, todo había sido muy tranquilo hasta ese día en el que la escuela había vuelto a solicitar su presencia por una travesura de su hijo mayor, esperaba realmente que no sea otro problema de bullying, porque ella realmente tomaría por completo el lado de su hijo, ya que sabía que Mason no irrespetaría nuevamente lo que ya hablaron, Wanda estaba en el trabajo, pero llegaría lo más rápido posible.
El pequeño se encontraba de nuevo sentado en la banca al lado de la oficina de la directora expectante de que la castaña aparezca, pues sabía que a su madre no le daría ni un poco de gracia lo que hizo, pero al menos Wanda estaría ahí para defenderlo o al menos hacer que su mamá esté menos enojada.
Sintió que estaba totalmente perdido al ver que Natasha salió de la oficina de dirección de brazos cruzados, desesperado volteó a los lados en busca de la castaña, pero no la encontraba, tragó saliva y justo cuando su mamá estaba a punto de hablar Wanda llegó casi que corriendo para saber lo que sucedía.
– Hola, Láska – Emitió la castaña dejándole un rápido beso a su prometida
– Hola, Dulce – Soltó en un suspiro sintiendo ciertamente que el enojo se disipaba en su interior
Wanda se sentó al lado de Mason a recuperar el aliento – Hola, chiquitín – Despeinó el cabello del pequeño, quien se abrazó de inmediato a ella buscando protección
– Hola, Wanda – Saludó viendo de reojo a su mamá
– ¿Qué pasó, Mason? – Preguntó la castaña con preocupación
– Ni te trates de escudar en Wanda que ni ella te va a salvar – Advirtió la rubia – Cuéntale lo que hiciste, hazlo – Indicó a su hijo que la veía retadoramente desde los brazos de su prometida
– El maestro se fue del salón unos minutos... – Empezó a explicar el pequeño viendo a Wanda a los ojos para convencerla de que él no había hecho nada malo – Unos compañeros me retaron a bailar enfrente de todos y me levanté yendo al pizarrón a bailar, justo volvió el maestro y me enviaron a dirección
– Suspendido el resto del día y con puntos menos en conducta – Dijo Natasha viendo a su prometida – Mason, tienes que empezar a comportarte, no puedes seguir haciendo esta clase de cosas
La castaña no prestaba atención a lo que decía su prometida, pues sentía unas fuertes ganas de reír por lo que había escuchado, tampoco creía que fuera la gran cosa, pero sabía que esa escuela era muy estricta.
– ¿No le vas a decir nada? – Dijo la rubia viendo a Wanda con reclamo
– Si digo lo que pienso te vas a enojar conmigo también – Fue sincera
Natasha suspiró rodando los ojos hacia un lado, Mason vio a la castaña con complicidad mientras ambos compartían una ligera sonrisa.
– Vamos a casa ¿Quieren? – Dijo la rubia con fastidio volteando en dirección al estacionamiento
– Estás en problemas – Susurró el pequeño viendo a Wanda
– Estamos, chiquitín – Concluyó tomando de la mano a Mason y caminando algo alejados de Natasha
En el auto, después de abrir la puerta para el pequeño, Wanda entró lo más rápido al asiento de copiloto para no tener oportunidad de hablar con su prometida, pues se la veía realmente molesta y no creía que era algo terrible lo que Mason había hecho, igualmente posó la mano en el muslo de Natasha todo el camino y antes de que se pongan en marcha le dejó un beso en la mejilla, aunque a su prometida se le relajó el rostro, continuó seria todo el camino, en la casa, Wanda también entró con el pequeño de la mano como la última vez que estuvo en problemas.
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El aroma de la coincidencia | Wandanat
FanficEl azar para no estar siempre a nuestro favor es algo que nos acompaña día a día... pero hay personas a quienes les cambia completamente la vida, después de un divorcio se mudó a un pueblo alejado con sus hijos intentando buscar la paz mental que ne...