59. El decir

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Estaban en medio de la sala, se veían atentamente a los ojos, no sabía quien debía empezar a hablar primero, era una situación claramente incómoda, era cierto que había ido para tener una conversación con ella, pero no tenía idea de como comenzar o si debía ir por sus cosas primero, tal vez solo tenía que ser sincera.

– Yels – Empezó diciendo después de unos minutos de silencio que parecieron horas – Yo te adoro, eres una persona realmente importante para mí, eres mi mejor amiga, yo no tenía idea de lo que sentías por mí, lo que menos quiero es herirte y creo que lo he hecho todos estos años no dándome cuenta de que...

– Wanda – La detuvo – Fue un error lo que pasó esa noche – Aceptó – No fue tu culpa, pero empecé a hablar, tomé demás, estabas enojada con Natasha y por un segundo me pareció una buena idea, lo cierto es que no debió pasar, afecté la vida de ambas y nuestra amistad, en serio lo siento

– No te preocupes, Yels – Se apresuró a tomarla de los hombros – Yo te adoro, no quiero alejarme de ti, eres mi mejor amiga, siempre has estado a mi lado, no quiero perder esto

– Aunque sí nos tengamos que alejar un tiempo – Completó por ella – Sé que tiene que ser así, debo entender que tú solo puedes ser mi amiga y que Natasha es tu esposa, la mujer que amas, tienen cuatro preciosos niños juntas y no sé lo que suceda, pero debo empezar por intentar enmendar las cosas con Kate, porque ella y yo seguíamos en una relación esa noche, te mentí, Wanda, lo siento

– Yels... – Emitió con lástima – Kate está realmente enamorada de ti desde hace tantos años, deberías centrar todas tus energías en ella, yo fui egoísta contigo todos este tiempo que siempre estuviste para mí, debí también ser tu amiga y ver lo mejor para tu relación

– Ya hablé con ella – Suspiró – No creo que me perdone, porque la herí y no solo esa noche, si no por varios años, si me da otra oportunidad me esforzaré mucho para que lo nuestro funcione y si no, ya veré que hago – Se encogió de hombros

– Lo siento – Dijo con sinceridad – No quiero alejarme de ti, Yels – Fue sincera

– Yo tampoco, Wanda, pero no puedo pretender que no estoy enamorada de ti y que no siento algo más que una amistad por ti, necesito tiempo para dejar de sentir esto y cuando suceda seré completamente tu amiga, sin segundas intenciones – Sonrió

– Gracias, Yels, pero siempre puedes contar conmigo ¿De acuerdo?

– Lo sé – Sonrió sintiendo como la castaña la abrazaba

– Te adoro, siempre vas a ser mi chica especial – Acarició su cabello no queriendo que su amistad se terminé ahí

– Gracias por todo, Wanda, eres la mejor amiga del mundo

– No importa cuanto te tardes, las puertas de nuestra casa siempre estarán abiertas y por favor, soluciona lo que sucedió con Natasha, claramente no le dije lo que te incomoda porque es algo personal, pero tú eres la tía de nuestros cuatro hijos, sé que es mucho pedir, pero...

– Hablaré con ella lo más pronto posible – Asintió

– Gracias, Yels – Volvió a abrazarse a ella

...

Tenía a su bebé en brazos, estaba sentada de piernas cruzadas en la cama de su habitación, sonreía de nada más verlo, se supone que debería ir a dejarlo en su cuna.

– Ya falta súper poco, tesoro – Sonrió la castaña

– Maaaa... – Balbuceó el bebé

– Mamá, Kyle, a ver repite... ma- má – Intentaba vocalizar

El aroma de la coincidencia | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora