Ordenaba la habitación de la menor de sus hijas, tenía los juguetes regados por el piso, sabía que ella debía ordenar sus propias cosas y normalmente lo hacía sola o junto a ella, pero si podía darse el tiempo de ordenar, lo haría, empezó por poner todo en su lugar para tender su cama.
– ¿Qué haces, dulce? – Escuchó de la puerta
– Termino de arreglar la habitación de Leila – Sonrió – Le pongo el aerosol desinfectante que dices para los juguetes – Dijo pasándoselo a los peluches y demás que ya estaban en su lugar, acomodó el dodo de su pequeña y le puso aerosol también – Ya está
– ¿Por qué estás ordenando? – Preguntó extrañada sentándose en la cama de su pequeña
– Porque estaba desordenado – Se encogió de hombros sentándose en el regazo de su esposa
– Estás intentando mantener tu mente ocupada – Desde que Yelena se fue hace unas semanas su esposa había estado realmente decaída
– Tal vez – Suspiró apoyándose en Natasha – Es extraño como antes solo podíamos textear o llamarnos unas cuantas veces y no vernos por semanas, pero ahora que hacemos lo mismo siento una tristeza inmensa – Confesó
– Tal vez porque antes solo estaba a una llamada de distancia – Se encogió de hombros – Odio verte triste, dulce – Le dejó varios besos en los labios
– No debes de preocuparte – Se encogió de hombros – Ya será el cumpleaños de Leila y nuestro aniversario de bodas está cada vez más cerca, también está mi nuevo proyecto, extraño a Yels con el alma, pero está bien, tiene un nuevo trabajo, debo estar feliz por ella – Decía con resignación
– Está solo a cinco horas en carretera, puedes ir a verla cuando quieras – Acarició la mejilla de su esposa
– No sé cuando esté lista para verme – Intentó sonreír – Pero bueno... el punto de hacer cosas es no recordarla, así que iré a ordenar la habitación de Mason
– Dulce – La abrazó a ella cuando hizo el ademán de levantarse – Mason no quiere que entremos a su habitación, él la limpia y debemos respetar su privacidad
– Pero tal vez las repisas...
– Wanda – Endureció un poco la voz – ¿Por qué no mejor vamos a la habitación? Kyle está tomando la siesta, hagámoslo igual – Empezó a besar su cuello
La castaña rio levemente poniéndose a horcajadas en sus piernas, sintiendo como su esposa empezaba a besarla.
– No pareciera que quieres tomar una siesta – Rio levemente mordiendo su labio inferior mientras sentía la boca de su esposa bajar hacia su cuello de nuevo – Nat – Mordió su labio inferior sintiendo como las manos de su esposa empezaban a apretar su trasero – Pero la caliente de la relación soy yo... – Se burló
– Lo eres la mayoría del tiempo – Jaló a su esposa recostándose en el colchón, volviendo a tomar sus labios
Wanda rio con ligereza correspondiendo sus besos, paseaba las manos por los costados de su esposa, estaba tan feliz de estar a su lado.
– No nos vamos a seguir enrollando en la cama de nuestra hija – Intentó decir la castaña entre besos
– Vamos a la habitación entonces – Mordió el labio inferior de su esposa con cuidado
– Pero a tomar la siesta – Advirtió señalándola
– A dormir, lo prometo – Asintió
– Tus manos en mi trasero no dicen lo mismo – Rio levemente cuando sintió que volvió a apretarlo – Ya deja de profanar la cama de nuestra bebé y vamos a la habitación
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El aroma de la coincidencia | Wandanat
Fiksi PenggemarEl azar para no estar siempre a nuestro favor es algo que nos acompaña día a día... pero hay personas a quienes les cambia completamente la vida, después de un divorcio se mudó a un pueblo alejado con sus hijos intentando buscar la paz mental que ne...