— Ana... mírame — insistió — ¿qué es?, por, ¿por qué?, es, la fiesta, toda, no se dañó ninguna fotografía, pero no está Daniela y... es yo, sólo yo. ¿Qué significa esto, Ana?
Ana permaneció sin pronunciar palabra alguna, su boca seguía abriendo y cerrándose, incapaz de pensar en una respuesta que no desvelara sus sentimientos, pero cuando accedió a su petición, alzando lentamente la mirada hasta centrarla en la de ella, el suspiro tembloroso que salió de ella, le hizo saber que Verónica había encontrado la respuesta.
— Ana
Lástima era lo último que Ana quería de Verónica, esa mirada compasiva la estaba matando, así que decidió huir de ella.
— Creo que... — se aclaró la garganta — es obvio lo que lo que significa, ¿no?
— Pero... no, ¿A dónde vas? — preguntó al verla tomar sus llaves y su chaqueta — necesitamos hablar.
— Sólo jala la puerta cuando salgas, Vero.. la cerradura se activa automáticamente.
Ni siquiera le dio oportunidad para decir nada más, tomó la manija y salió de ahí en busca del único lugar en donde podía sentirse segura ahora mismo; ese sitio en el cual no importara lo que hiciera, si reprobaba una materia, si fracasaba en un trabajo, si la novia de su mejor amiga se enteraba que estaba enamorada de ella, allí no habría nadie que la juzgara.
***
Los siguientes días, Ana los pasó escondida en casa de su padre.
Ahí, las paredes blancas y azules, la casita de muñecas empotrada en la pared y las fotografías de su infancia le daban el confort que tanto necesitaba en este momento.
Su teléfono fue bombardeado días enteros por textos y llamadas de parte de Verónica que Ana no tenía el valor de contestar, pero leía tomando ventaja de las opciones de no mostrar acuse de recibido y la de no revelar su última conexión.
Cuando la barista dio señales de haberse dado por vencida, fue Daniela la que comenzó a tratar de contactarla con mensajes y audios que pasaron de confundidos a ligeramente agresivos con el pasar de los días.
"Oye, Ana... ¿sabes qué le pasa a Vero?, ha estado muy rara y bueno... lo único que pude obtener de ella es que fue a visitarte cuando yo estuve fuera, ¿Qué onda?, ¿Sabes algo?"
"Ana, Verónica, sigue muy seria y alejada de mí, ¿qué pasó?, fui a tu depa para hablar contigo, pero... ¿Dónde estás de todos modos?"
"Hey, neta... ¿qué pasó con Verónica?, la he encontrado varias veces con los ojos llorosos, ¿Qué le dijiste? Ana, si le hiciste algo te juro que... ugh... mejor hablamos cuando dejes de esconderte"
Ese era otro detalle que no quería sortear en este momento.
Daniela
Le quedaba claro que Verónica no le había contado nada, pero... ¿y ella?
Porque para clamar no ser una mala amiga, se estaba portando justo como una en este momento.
— Hola, princesa.
La sensación de su padre sentándose a su lado en el sofá de la salita interrumpió el reclamo que se hacía a sí misma.
— Hola.
— ¿Qué haces hoy mi amor?
— Revisando correos — respondió en automático — la agencia últimamente me está enviando a eventos deportivos y bueno, quería ver si no había algo para estos días.
— Hmmm, ¿las cosas van lentas?
— Un poco, pero supongo que es normal, o sea me fui del país por mucho tiempo, es lógico que mis compañeros se quedaran con algunos clientes y proyectos que antes eran míos.
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I Can Be Better (VerAna)
RomanceEl amor que sentimiento tan extraño y confuso, pero solo es cuestión de encontrar el tiempo perfecto