Capítulo Dos

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Narra Jass.

¿Cómo que el tipo quería cancelar? ¡Nadie cancela una cita conmigo! Debo calmarme, esto me dejó algo paranoica, no, exaltada. 

En ese mismo momento Rose se ofrece a traerme un vaso con agua, lo aceptó y agradezco, Rose es una excelente secretaría y no es normal que yo tenga un episodio de éste tipo, entiendo que parezca más preocupada por mi de lo usual, llevo años haciendo esto y nunca había ocurrido algo similar a una cancelación, ¡ese tipo es un imbécil! ―digo para mis adentros.

Tras esa extraña escena, le digo que sólo estoy cansada y decido ir a casa, sé que allí podre tranquilizarme y olvidar lo sucedido.  

El trayecto se hace corto en mi moto Ducatti, es maravillosa y siempre me distrae un paseo en ella, como mi casa no está lejos de la consulta sólo tardó quince minutos en llegar, además a está hora no hay mucho tránsito por donde vivo, la mayoría ya esta en casa, al entrar en la mía me lanzó al sillón color blanco del living y enciendo el televisor para ver algún programa que me entretenga, cuando mi estómago ruge notó que no he comido desde el almuerzo y decido preparar algo ligero, un sándwich de jamón y queso asado, me encantan y son fáciles de preparar. 

Cuando acabó me inclino por la idea de darme un baño para así dejar que se vaya este agotador día, no me estoy quejando; realmente amó mi trabajo pero a veces trae complicaciones.

Al fin con el cabello seco y mi pijama decido acostarme, cuando lo hago notó que dejé la cortina abierta, no importa, de todas formas no tengo un vecino de junto.

Despierto horas después porque una luz me deja cegada, compruebo la hora en mi despertador y son las 02:00 a.m. ¿Qué es lo qué ocurre? Me acerco a la ventana y acomodo la cortina que dejé abierta, mi sorpresa se produce cuando notó que hay luz en la casa vecina.

¿Qué no estaba abandonada?― pienso algo somnolienta.

También vislumbro una moto parecida a la mía pero está es blanca.

Creo que mañana seguiré con mi investigación, ahora a cerrar las cortinas y a dormir.

Cuando me levantó a las 07:00 a.m. ya ha salido el sol, voy a ducharme y mientras lo hago pienso en el disfraz que llevaré hoy al trabajo, como son pacientes nuevos puedo elegir cualquier atuendo.

Cuando salgo de la ducha me visto con un vestido blanco ajustado al cuerpo, un blazer negro y zapatos a juego, melena ondulada ―totalmente falsa― y no mucho maquillaje.

Salgo en busca de un taxi ya que no puedo ir en mi moto con éste tipo de vestido. En el camino revisó mi agenda, veo que tengo una cita con un tal Ethan Price, curioso nombre, el del imbécil de mi ex cuñado, es entonces cuando recuerdo que es el mismo que ayer mientras salía a buscar unos papeles a mi casa hablo con Rose y canceló su cita.

Salgo de mis pensamientos cuando el taxista me dice que ya hemos llegado, le entregó el dinero y me bajo.

Cuando llegó Rose como cada día tan puntual está frente al ordenador trabajando y con los archivos listos de los pacientes de hoy.

―Buenos días ―dice sonriendo.

―Buenos días a ti también Rose ―digo con la misma amabilidad de siempre.

―Tienes una cita a las 09:30 a.m. Jass.

Mire la hora, aún falta media hora para que llegara el paciente.

―Gracias Rose.

Fui al archivador y saqué las carpetas agendadas para hoy, lo revisaría junto a los archivos que Rose me dejo, me dirigí a mi escritorio, abrí la primer archivo y comienzo a leer:

Duro Contra El MuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora