Capítulo Treinta

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Narra Jass.

Mi papá es extraño, cuando le dijeron que tendría una niña él insistió en que sería niño e incluso cuando nací siguió con lo de niño, luego fue y me puso este nombre como si con eso mágicamente me convirtiera en niño, en mi primer cumpleaños me llevó a un lugar donde hacían parrilladas a pesar de que mamá le dijo que yo no podía comer sola, para mi bautizo me regalo un boleto para las apuestas de caballos, con los años ha ido acumulando una larga lista de cosas así, diría que el número uno entre cosas raras que hace fue llegar a mi casa y desnudarse como si nada en mi baño además de exigir cosas justo frente a mi novio.

Este es el momento ideal de gritar ¡trágame tierra! Pero mantuve la calma y maneje lo mejor que pude la situación.

―¡¿Estas diciendo que este idiota es tu novio?!

Juro que quise golpearlo, apreté las uñas en mi mano para no hacerlo, mire a Ethan esperando alguna reacción de su parte, seguía con la misma expresión, una parte de mi se preocupo que quisiera irse, fue ahí cuando hizo algo que dejó tan sorprendido a papá como a mi.

―Disculpe pero debo decirle que la amo, señor, mucho y creo debe tener algo de respeto con ella, la decisión de con quién sale es sólo de ella independiente de si yo sea o no un idiota.

Papá iba a replicar así que me adelante y lo empuje de vuelta al baño, no muy amablemente, se vistió de mala gana, con la puerta abierta y un ceño fruncido que iba directo a Ethan, por más que intente no logre que cerrará la puerta.

¿Por qué no puede tener un poco de vergüenza?

―Ahora si no te importa... ―dije.

―Me importa ―interrumpió el.

―... Tengo que ir a hablar con mi novio. ―Ignore su comentario―. Y será mejor que me hagas caso y te quedes tranquilo mientras hablamos o te prometo que llamare a mamá.

Una amenaza muy útil ya que en cuanto lo dije se fue a la parte trasera del patio en silencio y rápido. Me senté en el sillón y espere a que Ethan se sentara.

―Eso es de lo que quería hablarte.

―¿Me lo ibas a presentar?

―¡Claro! ―exclamé molesta por el comentario―. Ethan eso no fue una clase de acto de rebeldía de hija a padre o lo que sea que te estés imaginando, esa fui yo siendo como he sido desde un principio con mi papá porque es prácticamente un niño, suele hacer... Cosas así ―susurre esto último, sin tener idea de cómo explicarle.

Asintió en silencio y una lenta sonrisa iluminó su rostro, luego vino una risa y entonces carcajadas sin fin, lo vi soltar un par de lágrimas por la risa y respirar agitado.

―Juro que envejecí diez cuando lo vi ―dijo una vez que se recuperó o lo mejor que pudo―. Imaginé lo peor al verlo desnudo, luego vas y dices eso, perdón pero... ―Rió un poco más―. Cuando me contaste lo de tu nombre me pregunte que clase de padre le pondría nombre de chico a su hija, ahora entiendo todo.

Mi rostro enrojeció al menos diez tonos, años antes odie mi nombre, planee mucho tiempo cambiarlo, luego me acostumbré y paso a ser parte de mi pero que Ethan me dijera que tenia nombre de chico me avergonzó un poco.

―Perdón, no quería que sonara así, es solo que... ―Volvió a reír y apreté ambas manos a mis costados―. Jass te amo, realmente estuve a unos segundos de golpearlo y no soy esa clase de persona, es que cuando se trata de ti puedo llegar a ser muy idiota, peor, me vuelvo como un loco, no se si te lo he dicho pero te estoy advirtiendo, ahora que entre a tu vida ya no te podrás deshacer de mi. ―Fruncí el ceño ¿a qué quiere llegar con esto?―. Señorita Jass Ryder ―dijo con una sonrisa―. ¿Le gustaría ser oficialmente mi novia?

Duro Contra El MuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora