CAPÍTULO 4

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Solo una sombra

Mi pierna sube y baja con frenesí. Los distintos tipos de sonidos contantes e irritantes, cargan la sala de un aura intranquila y abatida.

Miro mis manos, poco interesada. He ocasionado un desastre en mis uñas, amputando sin delicadeza.

A mi lado, mi espejo antónimo, usa su móvil sin preocupación alguna, no puedo evitar fijarme en su uñas, perfectamente arregladas y largas.

Ella está terriblemente relajada. Mis compañeros la miran con admiración y me veo hacer lo mismo por un par de minutos.

Es una de las pocas clases que compartimos.
Ya las directivas comunicaron que los nombres seleccionados estarán a vista de todos en la pared cerca a la salida, cuando acabe la jornada.

Pocas veces mis nervios pueden pasar desapercibidos. Y desviando mi mirada de Mara, me encuentro con la de Steve cruzando el umbral.

Me dedica una sonrisa y sin dudar se aproxima a mi lado.

—¿Qué tal? —dejando pasar la mirada confusa que me da Mara, me giro hacia él.

—Algo ansiosa, ¿y tú?

—Sin ninguna expectativa. Si entro, bien y si no, podré superarlo. —expone encogiéndose de hombros.

—Envidio tu tranquilidad. —murmuro, con una sonrisa pequeña.

—Pero bueno, ¿tú no sabrás algo, linda? —inclina su cabeza dirigiendo sus palabras a Mara, quien lo mira de arriba a abajo, sin expresión alguna.

—¿Me hablas? —quise reñir a mi amiga por su falta de educación, pero Steve no parecía ofendido.

—Luces tranquila, seguro tu papi dio a la universidad un aporte desinteresado y, mágicamente tú estás seleccionada. —observo horrorizada a el chico a mi lado por su comentario.

El padre de Mara, es un empresario bastante reconocido en esta universidad, por ser uno de los inversionistas mayoritarios, y aunque sé que el comentario de Steve puede no estar muy errado y deambular en la cabeza de muchos, no hay pruebas de esto, así que defenderé la honra de mi amiga hasta que las pruebas me cierren la boca.

Él fue el hombre que me ayudó a conseguir una beca a mitad del primer semestre, algo casi imposible, me presentó con el señor Reynolds y tras rendir el examen, logré entrar a esta prestigiosa universidad.

—Eres un verdadero imbécil, pero aunque esto no te importe, no necesito a mi padre para sobresalir entre mediocres como tú. —con las mejillas encendidas y botando humo por las orejas, sale del salón, golpeando sin cuidado el hombro del profesor.

Por lo que conozco al padre de Mara, no lo veo capaz de intervenir de esa forma en el futuro de su hija, su madre por el contrario, deseaba ver a mi amiga desfilando en las más grandes de pasarelas de moda, y notando su sueño frustrado, no dudaría en utilizar todos sus recursos para llevarla a lo alto, sin tanto esfuerzo.

Mara se especializa en criminología penal, una carrera con bastante demanda y llena de competencia, es muy buena en lo que hace y no dudo de que llegará muy lejos por su propia cuenta. Cosa que no logra ver su madre.

La Sombra De Tu PresenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora