Hermoso demonio

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Mel se quedo sin aliento, era el mismo yautja, ella había matado al hermano de Ketaki, ella era la asesina, de pronto ketaki ronroneo y noto el pulso acelerado de la omman.

- Mel estas bien, sucede algo?

- Aa.e.e no jajajaja no es nada

- ¿Tienes hambre, quieres que vayamos a comer algo?

- Aaa.aa.no jeje estoy bien

- Estas extraña , que sucede?

Mel se sentía la persona mas inmunda del mundo, por fin había encontrado a alguien con quien interactuaba de forme perfecta y tenia la desgracia de que pasara eso, tal parecía que en su vida nunca iba a poder ser feliz jamás, estaba tan perdida en sus pensamientos que no vio cuando Ketaki se acerco hasta su cara y ronroneo.-

- ¿¿Estas bien Mel??

- Aa.a.si...si Ketaki estoy bien de verdad no te preocupes.

- Bien, quieres ir a dar un paseo en mi nave, te quiero enseñar algo.

- A..d...de que se trata?

- Va a gustarte mucho

- ¡¡¡De verdad, entonces si quiero ir!!!

- Jejejee pues bien , vamos entonces!!

A pesar de las cosas, Ketaki tenia la conducta de un joven adolescente, era dulce, amable y muy delicado con ella considerando los estándares de yautja. Mel no quería perder eso con el, se puse de pie y decidió pensar en otra cosa, vivir su presente como siempre se lo había repetido. Ketaki la ayudo a ponerse de pie y sin soltar su mano se dirigió hacia donde estaban los barcos atrancados, ella suspiro al notar que nunca soltó su mano. Todos los yautjas la veían fijamente algunos con mala gana , otros sorprendidos. Cuando llegaron al barco, el le indico.

- Siéntate a mi lado o....prefieres sentarte en mi regazo?

- Aa.e.e.n..no no, en el copiloto está bien!!

Ketaki la miro por un momento ronroneando, ella se quedo estática, respirando pesadamente hasta que el desvió la cara y encendió los motores, el se subió al asiento del copiloto y busco como abrocharse lo cual noto fue miserablemente, Ketaki se puse de pie y la tomo en sus brazos ella dejo escapar un jadeo mirándole sorprendida mientras la colocaba en sus brazos, Completamente sonrojada se quedó estática, sintió el ronroneo de su cuerpo para calmarla y poco a poco recostó su cabeza encima de su pecho, Ketaki coloco tímidamente su enorme mano con garras sobre sus hombros apretándola más hacia el mientras que ella se acorrucaba. Mel se sintió querida, sintió que por ves primera alguien la aceptaba tal y como era. Ketaki puo en manual la nave y abrió la ventana frontal, era la cosa más maravillosa, el universo lleno de todo su esplendor, algo que ella nunca olvidaría.

- E.....es tan hermoso ketaki!!!

- ¿Te gusta?, yo...pensé que querías verlo

- ¡¡Es la cosa más bella que hasta este momento e visto, muchas gracias!!

Por un momento todo se detuvo, Ketaki se acercó a ella mientras la veía a los ojos y Mel hacia lo mismo, todo era mágico, suavemente deposito sus mandíbulas en la cara mientras Mel subía sus brazos alrededor de su cuello, el beso fue extraño, pero fue la cosa mas dulce y tierna que habían sentido ambos desde hace tiempo. Mel bajo su rostro tímidamente, Ketaki ronroneo fuertemente por ella acariciando su espalda suavemente.

- Ketaki....porque yo?

- ¿A que te refieres?

- Porque....te gusto?

- Porque eres tu Mel

- No entiendo

- Mel, toda tu me gustas mucho, como eres, tu rostro, tus ojos, tu...simplemente tu

- Ketaki....

Mel se sentía en las nubes, el ronroneo por ella mientras que ambos pasaban un buen tiempo juntos. En otra parte Akulaide pensaba día y noche en la hembra, sus rasgos, sus labios, sus ojos todo en ella era algo misterioso y sin embargo enigmático atractivo, decidió que era tiempo de regresar, puso su nave en marcha y mando indicaciones para su regreso. Mel caminaba por los pasillos hasta que Zara le hablo.

.- Mel, hola!!!

- Ohhh hola Zara, que hay?

- Como estas?

- Estoy bien....hay algo que quiero contarte

- Pasa algo malo

- Ma...mas que eso.

Mel le conto todo a Zara y ella quedo sorprendida y visiblemente alterada así como asustada, las amenazas de los Yautjas no eran cosas que debían tomarse a la ligera y menos elites como Akulaide y Ketaki.-

- ¿Has hablado con el?

- No, de ninguna manera...si lo hago no solo no me lo perdonara nunca...me matara.

- Mel si e explicas lo que paso, quizá el recapacite, no es como Akulaide.

- De todos no creo que el lo considere de ese modo Zara, nadie debe saber esto.

Un amor inquebrantableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora