Tormento parte 1

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Mel le miro sumisamente con nervios y un dulce rubor en sus mejillas, verla ta indefensa y tan a su disposición, akulaide se apresuro y la penetro de nuevo haciéndola arquearse, el yautja pego sus fauces sin pensar racionalmente engullendo su lengua y saboreando el sabor de su boca, ella abrió los ojos grandes mientras que el la follaba con rudeza, los labios de su coño estaban abiertos de par en par por el tamaño de la polla del macho el cual embestía sin descanso tratando de atrás azar su cuello uterino, Mel veía como su abdomen se abultaba por el tamaño ya que el macho era realmente tostado.

- Aaa.uff.f.ufff..a..akulaide...ba..baja la velocidad

Pero el no escucho, tomo sus manos y los coloco arriba de su cabeza aumentando sus feroces embestidas gruñendo y gruñendo de placer, en su ultima embestida se apretó contra ella atravesando su nudo enjaulándola con el corriéndose en grandes cantidades de semen caliente.-

- A..a...akulaide....que haces

- Es para asegurarme de que nada salga.

Ronroneo por ella para calmarla, Mel se sentía agotada, aunque no había llegado a su climax, el coño le dolía mucho y mas sentirse tapada con toda esa sustancia pegajosa y caliente, su mirada estaba perdida y jadeante, el yaujla acaricia su cabello con las mandíbulas, poco a poco su nudo se desinflo y regreso a su vaina, ella no se movía – Estuvo muy bien para la primera vez de tus servicios mascota .

- ......

- Cuando termines de descansar quiero que te pongas a limpiar mi a wu'sa y ordenar este lugar, ire a entrenar un rato.

Mel siguió perdida en su pensamiento, acaso esta iba a ser su vida de ahora en adelante, para esto había dejado la tierra. Se puso de pie adolorida, le ardía mucho incluso el hecho de sentarse, sus lindos ojos oscuros miraban a la nada mientras sus labios embozaban una sonrisa de amargura. Camino por el cuarto y se puso a limpiar después la armadura, arreglo un poco y volvió a acostarse, pasaron muchas horas y Akulaide no regresaba y se estaba desesperando de estar encerrada, antes por lo menos tenia la libertad de salir a deambular por la nave pero ahora no sabia si tenia esa misma libertad. Camino hacia la puerta y la abrió, salió sigilosamente y camino por el baro, vio a algunos yautjas y sin querer encontró la biblioteca, le gustaba mucho leer pero todos los libros estaban en yaut, siguió caminando hasta que sintió un fuerte brazo jalándola con brusquedad.-

- aa..hay!!!

- que haces fuera de tu dormitorio mascota1??

- Ke...ketaki- mel se atraganto y desvió su rostro completamente apenada- s...solo Sali a caminar un poco

- Las mascotas no tienen permitido salir sin sus maestros, donde esta akulaide

- Salió a entrenar.

- Y te dio acceso a salir?

- No, yo Sali por mi cuenta

- Que irresponsabilidad!!!- akulaide la jaloneo con brusquedad por todo el pasillo, ella se quejaba y se retorica, ya no era el mismo akulaide dulce y amable que había conocido en el pasado.-me estas lastimando suéltame!!!

- Silencio mascota!!!

- Dije que me sueltes!!!

- Que te calles!!!

Ketaki la cacheteo en el rostro y ella callo al suelo, sus ojos se llenaron de lagrimas y el gruño exasperados.

- ¡¡¡No estuviste conforme con matar a mi hermano, considérate afortunada de que no te mate omman!!!

Mel estaba en el suelo sosteniéndose la mejilla mientras lloraba en silencio.

- Te llevare a las habitaciones de tu dueño omman, es peligroso que estés aquí fuera.

Toda la valentía de Mel se esfumo, mientras mantenía su rostro en el suelo, Akulaide la volvió a levantar esta vez menos brusco que antes, pero Mel ya no puso resistencia, montuno su rostro abajo mientras las lagrimas caían de su rostro, Ketaki la vio de reojo y ella no hacia ni el menor ruido, justo cuando iban a llegar a la habitación de Akulayde, este los intercepto bramando de enojo.-

- Que estas haciendo con mi mascota!!!1?

- Tu estúpida mascota estaba suelta en el barco, donde pauk-shuit-de estabas?!!

- Yo no la deje salir!!!

- Es obvio que no estas capacitado para cuidar mascotas aún!!!

- Quien pauck- lo dice!!??

Mel estaba asustada, miro de reojo y vio a las chicas pasar, ellas le vieron y hablaron entre si, Mel las miro con amargura y de pronto sintió un fuerte tirón del cuello, Akulaide había colocado la correo y la había jalado con fuerza.

- Estúpida mascota, tendré que castigarte por salir sin mi permiso!!

Mel era jalada como animal mientras las demás chicas miraban con pesar, aunque no le agradaba, ella seguía siendo de su especie y sobre todo una mujer como ellas y ver ser tratada de esa manera les causo bastante pena y malestar. Cuando akulaide la metió arrastrando a su habitación, le pateo el estomago dejándola sin aire mientras ella se doblaba en el suelo haciéndose ovillo.-

- Si vuelves a salir sin permiso o a desobedecerme en cualquier cosa, te aumentare los castigos cada vez más quedo claro?

- S....si

La tomo del cabello y ella grito en agonía, la azoto en la cama y la posiciono en 4. Ella gimoteaba suplicándole.

- N...o..no por favor no lo hagas

- Silencio omman, que te dije de desobedecer¡!

Mel gimoteo enterrando la cara en sus manos, Akulaide la posiciono y entro de un solo empujón, ella apretó la mandíbula llorando, pero sin hacer ningún ruido, Akulaide estaba editado por la situación, la comenzó a embestir fuertemente sosteniendo sus grandes caderas carnosas, la hembra gimoteaba despacio hasta que el yautja se corrió dentro de ella en abundancia. Poco a poco salió dejándola tumbada boca abajo en la cama, su respiración era agitada y su mirada estaba perdida.

- Ve a tomar un baño mujer...traeré comida

Ella no respondió, cuando Akulaide salió de la habitación, Mel dejo salir un fuerte alarido llorando de frustración, la había abusado y no le había importado el lastimarla. Sus ojos estaban hinchados de dolor, golpeo con fuerza la cama maldiciendo su situación. Cuando Akulaide había regresado ella se había quedado profundamente dormida, la coloco suavemente a un lado mientras el se quitaba la red y la armadura, lentamente se metió a las pieles y sintió su calor delicioso, no podía controlarse no sabía que le estaba pasando pero la hembra lo atraía demasiado, simplemente no podía tener suficiente de ella, el hecho de experimentar con su suave cuerpo de omman era algo que simplemente no podía evitar, lentamente subió sus manos hasta sus caderas bajo suavemente entre sus piernas y empezó a acariciar su clítoris, Mel se despertó soñolienta sintiendo las estimulaciones.-

Un amor inquebrantableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora