Vigesimo Primer Capítulo

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Observe a ambos niños que estaban uno del otro a una distancia bastante alejada. Todo alrededor de ellos era oscuridad y sentía que esta oscuridad ocasionaba todo el miedo que estaba corriendo por mis venas ahora mismo. Entrecerré la mirada para poder observarles, para ver si podía verles mejor. Era yo. La pequeña de la derecha era yo exactamente a los ocho años. Podía ver con claridad como las lagrimas caían por las rojas mejillas. Quise acercarme a ella pero no pude. Mis piernas no respondían. Ella intento hablar. Mire hacia donde ella observaba, al pequeño niño frente a ella. Él poso su mirada de repente en mi y esos ojos verdes oscurecidos no podían pertenecerle a nadie más que a él. Mi mirada vacilo entre años niños. Él estiro de repente uno de sus brazos hacia ella y ella intento gritar pero su voz no salió, solo de repente mi sollozo escuche y como el llanto no proveniente de él ni de ella nació de la nada.

Mi pecho saltaba agitado arriba y abajo.

¿Había sido eso una pesadilla? Bastante extraña.

Las gruesas cortinas cubrían en tenue oscuridad el cuarto. Mi mirada dolía y levemente lo hacia mi cabeza también. 

Tuve la noción de que estaba desnuda cuando pude por fin levantarme de la cama. De repente recordé al niño de mis sueños. Era Thomas. Recordé las fotos que él tenía en su cuarto en Londres. ¿Que había significado todo ese extraño sueño?

Nunca más me emborracho. Observe sobre la mesa de centro la jarra de agua y luego los ibuprofenos que de seguro él había dejado para mí. Saque dos tomándolos de un tiro. Esperaba que el leve dolor de cabeza pasara pronto.

Puse alrededor de mi cuerpo la toalla blanca que había sobre el respaldo del sofá, cuando me iba a disponer a salir en busca de él. Pero no tuve que hacerlo. Sentí el toque en la puerta del cuarto, no espero respuesta, por lo que solo entro mencionando mi nombre con cuidado. 

Él lucia fabulo. Su cabello estaba húmedo, había de seguro tomado una ducha nuevamente. Y recordé lo de anoche. Joder. Como he jodido la noche anterior. Pequeñas y fragmentadas imágenes de ayer en la empresa, luego en el bar y en el pent-house vinieron a mi mente rápidamente.

Él me observo buscando algo en mi que le diera una pista de algún mal estado.

-Lo siento mucho. Me he comportado peor que una quinceañera.

Le dije sinceramente. Aun que, sabía que la culpa ahora si era más que compartida. Él embozo una leve sonrisa, como si me mostrara un poco de timidez.

-Me he preocupado. Pero a pesar de eso, ha sido divertido. No lo olvidare muy pronto.

Rodee los ojos mostrando mi fastidio por su comentario.

-No he...vomitado...

Dije lentamente buscando su mirada que, de repente, me sorprendió mostrándome que estaba levemente equivocada. Bufe comenzando a sentirme bastante avergonzada por eso. No recordaba nada de aquel incomodo momento.

-Es asqueroso y siento que hayas presenciado eso...

Le dije sintiéndome en verdad apenada.

-No te sientas apenada por eso. En cierto modo, me reconforta saber que estuve allí.

Le creía realmente. Con todo lo protector y controlador que él era, no se hubiera perdonado jamás el haberme dejado sola en un estado tan frágil y inofensivo de mi misma.

Realmente no recordaba todo con exactitud y eso me hacía sentir algo confundida y bastante molesta. Recordaba solo hasta cuando estábamos ambos dentro del baño.

-Bueno, habremos...

Me interrumpió. Él sabía exactamente a que me iba a referir.

-Eso no es lo mío, Allison.

Mía & Para Siempre: Burning UpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora