Su mano por segunda vez volvió a cerrarse en puño. Le mire retirando el algodón que estaba usando para limpiar y evitar cualquier infección en las pequeñas heridas.
-Extiende tus dedos. No puedo limpiar de esta forma.
Ya no estaba mirándole, había vuelto a estar muy concentrada en su mano pensando y pensando en lo que debía decir o si incluso debía hacer. Quizás preguntar cosas. No lo sé. Incluso estaba con ese sentir de no saber nada de lo que había pasado.
-¿Seguro que no necesitas nada? Puedo ayudarte.
-Todo está bien, Caitlin.
Mire a su hermana quien estaba con mirada en él. Deslizo su mano por su hombro haciendo un largo y cariñoso cariño en aquella zona. Luego se acercó a él depositando un beso cerca de su frente.
-Cualquier cosa en la que pudiera ayudar, me avisan, ¿sí?
-Lo haremos. Muchas gracias por venir.
Hablé yo esta vez dejando el algodón a un lado y soltando su mano también con el respectivo cuidado. Me puse de pie rápidamente para acompañar a Caitlin hasta la salida. Volvió a decirme que a lo más mínimo nos contactáramos con ella. Se lo agradecí nuevamente. Estaba muy preocupada por nosotros y podía entender muy bien aquella preocupación.
Camine de regreso al centro del lugar. Le vi también de pie y de espaldas hacia mí. Podía notar por la manera en que sus hombros se encontraban, se sentía bastante incómodo. Como si todo le pesara enormemente.
-¿Qué sucedió?
Pregunté. Note el leve movimiento de su rostro, aun así, no se giró para observarme.
-Todo se encuentra bien, Allison. No necesitas...
-¡No pregunte por eso!
Le interrumpí de manera indebida, al menos para él.
-¿Qué hiciste? ¿Qué es lo que le has hecho para que tu mano quedara de esa forma?
-Le he partido la cara al bastardo.
Aspire aire desesperada. Completamente asustada.
-¿Se encuentra él bien?
Pregunté y él de inmediato se volteo a mirarme. Su expresión era de total desapruebo a lo que había oído de mí. Aun así, notando todo su enojo y molestia trate de mantenerme lo más firme posible frente a él.
-¿Me estás preguntando si él se encuentra bien, Allison?
-¡Claro que lo estoy preguntando! ¡Para nadie seria agradable si le golpeaste hasta matarlo! No debiste hacerlo, Thomas.
Dio unos pasos hacia mí pero aun así quedó a una considerable distancia.
-¡No vuelvas a decirme eso nuevamente! Volvería a hacerlo una y otra vez si es necesario. Nunca nadie debe atreverse a tocarte.
Habló con fuerza, mostrándome toda su molestia. Le mire en silencio, no sabiendo realmente que decirle. Le vi tomar asiento en el largo sillón blanco. Estaba abatido, demasiado.
-Lo que has hecho, él puede fácilmente usarlo en tu contra.
-Él no se atreverá.
Me aseguro a su manera pero con aquella diferencia que no era usual en él. Mire por todos lados sintiéndome demasiado inútil. Necesitaba hacer algo pero no tenía ni siquiera idea de que; no podía pensar con claridad.
-Yo no tengo ninguna prueba para respaldar lo que te he dicho sobre lo que él intento hacerme. Nadie me creería y tú estarías en problemas.
-Yo creo en ti, Allison.
ESTÁS LEYENDO
Mía & Para Siempre: Burning Up
Roman pour Adolescents¿Qué haces cuando te sientes perdida en el dolor? ¿Qué sucede? ¿Qué hay que esperar? ¿O simplemente dejarse caer ahí? Había todo dejado ya caerse dentro pero seguía en pie, porque eso era el propósito final del dolor. No interesa como estés destroz...