Sexto Capítulo

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Volví por segunda vez a observarme en el gran espejo del baño. 

No podía con claridad observar la parte baja de mi cuerpo, pero en torso y cintura el vestido negro de suave tela se veía bastante bien remarcando las curvas de mi cuerpo. 

Volé fuera del cuarto de baño, para dirigirme al espejo de cuerpo completo que había en el cuarto de Thomas. Sonreí levemente convencida por como lucia esta noche. 

El vestido negro era simple, sin adornos o detalles en el cómo brillos o cosas por el estilo. Tenía un corte redondo en el escote de frente no dejando mucho que ver de mis senos pero detrás, en la espalda, tenía un prominente escote hasta el final de esta pero algo delicado, ya que no dejaba mi espalda al descubierto, ella era cubierta por una tela negra también transparente que hacia algo de contraste con el negro profundo del resto del vestido. Cubría mis piernas a tres dedos sobre la rodillas siendo decorados en final con unos tacones negros también igual de sencillos.

Le vi por el mismo espejo acercarse a mi, siendo rápidamente algo encantada por esa mirada suya. Me indico que volviera a observar hacia el espejo frente a mí y que tomara mi cabello, para que luego, sus manos pasaran por la zona de mi cuello y dejaran en el descansar el brillante y hermoso collar que él me había dado como regalo hace unas semanas. 

Solté mi cabello tocando luego el collar con mis dedos en un delicado toque.

-¿No será demasiado?

Pregunte. Solo íbamos a salir con sus hermanos. No creo que fuera necesito llevarlo. Además, me abrumaba en verdad llevarlo. Era de una brillantes absoluta.

-No te lo has llevado. Es tuyo y lo llevas de maravillas, Allison.

Susurro detrás de mí. Un pequeño escalofrió a esa palabras y sobre todo al ligero toque de su aliento contra mi cuello recorrió mi cuerpo rápidamente. Me gire hacia él al tiempo que sus manos recorrían mi cintura con total poder.

-¿Te he dicho que me encanta tu cuerpo? Profundamente. Y amo completamente la forma que reacciona ante mí, es una sutil droga eso para mí.

Le mire notando esa ansiedad única en su mirada. Esa misma necesidad que detecte la noche anterior en cuanto llegue aquí y en cuanto me beso. Y estaba preparada esperando que mandara la bendita salida al diablo y solo me cogiera allí entre sus fuertes brazos. 

Él sabía exactamente cómo reaccionaba mi cuerpo ante él y sabia también como jugar con ello de una forma totalmente cruel para mí. Intente acercar mis labios a los suyos, cuando él se separo levemente tomando luego mi mano y moviéndonos de lugar.

-¿No les haremos esperar, verdad?

Le mire levemente curiosa por esa pequeña frase. Obviamente sabia a quienes se refería. Solo que había sido algo extraño escucharle decir eso. Si voz fue sutilmente juguetona al igual que su mirada.

Will estaba esperando por nosotros fuera del MGM con puerta abierta para dejarnos entrar al coche. De camino al coche paso lo que siempre sucedía, le observaron y me sorprendió que también sentía miradas sobre mi y no solo de mujeres, si no de hombres, también y es que antes no se me había pasado por la mente ni un segundo ser capaz de percatarme de eso y esa vez lo hice de la forma más disimulada que pude.

Era extraño, porque no era la misma sensación que sentía cuando estaba en el bar. Allí era como una costumbre que daba a veces gusto o a veces sinceramente lo mismo. Aquí era algo un poco mas incomodo y posiblemente porque el ambiente era completamente diferente que al de un espacio tan oscuro como aquel bar.

Llegamos a donde Will, a quien le salude extendiendo mi mano. Hubiera sido más afectiva con él dándole un abrazo, pero sabía que eso a Thomas no le gustaría ni lo más mínimo. Con respeto y la misma delicadeza de siempre hacia mi, Will correspondió a mi saludo. 

Mía & Para Siempre: Burning UpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora