Worship || VegasPete

3. Desire

<< Deseo >>

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Un día o dos habían pasado y estoy de vuelta a mi yo habitual. La diferencia era que me cansaba fácilmente; era uno de los efectos secundarios de la medicina que estoy tomando. Acabo de terminar de entrenar a nuevos reclutas y solo son las 3 de la tarde, pero ya siento que he corrido 10 vueltas sin parar y estoy tan exhausto.

- ¿Estás bien, Pete? -. Preguntó Porsche sentado a mi lado. Es uno de los guardaespaldas expertos de la Familia Principal y un buen amigo mío.

- Sí -. Respondí distraídamente mirando mis dedos cuando un repentinamente pensamiento vino a mi mente.

- ¡Porsche!-. Dije, mientras lo observaba fijamente tomando sus hombros. - ¿Puedes olerme? -. Pregunto desesperado.

- ¿Qué?-. Dijo, respondiendo con una expresión extraña en su rostro mientras parpadeaba.

-Sólo húeleme -. Me incliné más cerca hacia él mientras este empezaba a oler el aire.

- ¡Idiota, hueleme a mi!. ¡Más cerca! -. Le dije haciendo un gesto para que se acercara, la punta de su nariz apenas tocaba mi cuello mientras inhalaba.

-¿A qué huelo? -. Pregunté expectativo.

- Hueles a mierda -. Dijo pellizcándose la nariz.

- ¿Oh enserio?-. Respondí riendo mientras ponía mi brazo derecho alrededor de su cuello y pretendía luchar con él. Ambos nos reímos.

Así que, un Beta no podía olerme. Existen muchos Alfas en la casa Principal y parece que no han podido sentir mi olor aún.

- Hueles tan bien -.

La voz de Vegas resonó en mi cabeza.

¿Cómo es que los otros Alfa no pueden reconocer mi esencia pero Vegas sí? ¿Es porque es un Alfa Dominante?

- La Segunda Familia ha llegado. Estén listos -. Una voz en el auricular nos informó. Salté de mi asiento, y mi corazón de repente comenzó a latir fuerte y rápidamente.

¿Vegas también estará aquí?

Maldición. Olvidé que tienen una reunión hoy.

Porsche y yo corrimos hacia la sala principal instruyendo a todos los guardaespaldas para ir a sus puestos habituales en el camino. Finalmente nos unimos a los rangos más altos después de tener una revisión rápida de los alrededores y formamos una línea frente a la mansión donde deberíamos estar saludando a la Segunda Familia cuando llegaban.

Momentos después, un Lamborghini negro se detuvo frente a nosotros, seguido de tres furgonetas negras. Miré alrededor y encontré una cara familiar saliendo de la furgoneta, un hombre con un traje. Es uno de los tres guardaespaldas de esa noche con Vegas, también fue quien me protegió en el hotel.

Y finalmente sin mucha espera, Vegas apareció saliendo de su auto. Mis ojos lo encontraron automáticamente; parpadeé varias veces mirándolo expectativo mientras este enderezaba su camisa y luego ponía sus manos dentro de sus bolsillos. No podia evitar mirarlo mientras mis ojos escaneaban su figura, y hasta podría jurar que se volvía más atractivo cada segundo.

Cuanto más lo mirabas, más te envolvía a su totalidad.

Los primeros tres botones de su camisa de manga larga de seda cuelgan abiertamente, mostrando la piel pálida y suave de su pecho y con fuertes músculos presentes debajo de ella. Un largo collar de metal con una cruz colgante colgaba peligrosamente en su cuello y su cabello brillando bajo el rayo de luz del sol.