Worship || VegasPete

28. Daybreak II

<< Amanecer II >>

'' The first appearance of light in the morning. The first light after darkness.''

<< La primera aparición de luz por la mañana. La primera luz después de la oscuridad >>

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Ha pasado un mes y medio, y Vegas finalmente es dado de alta del hospital. Me quedé aquí en la mansión, hablando con Porsche por teléfono. Tankhun nos visitaba más a menudo, tratando de ''controlarme'' o cuidarme, y ahora nos encontrabamos en la cocina.

- Estoy bien, solo unas pocas quemaduras que marcarán. Sin embargo, no es que me importe, todo está bien -. Porsche me respondió por la otra línea, y dejé escapar un suspiro de alivio.

He estado demasiado ocupado cuidando de Vegas y fue muy difícil saber el paradero de Porsche, así que solo pude ponerme en contacto con él recién ahora.

- Siento haber tardado tanto en ponerme en contacto contigo -. Repetí casi en un susurro.

- Está bien. Lo entiendo -.

- ¿Dónde estás ahora? Te visitaré -.

- Te enviaré un mensaje de texto con la dirección. ¿Nos vemos pronto entonces? -.

- Sí, no puedo esperar a verte -. Respondí y la llamada terminó.

Me alegro de que esté bien. Que él y el Khun Kinn estén bien. Puse mi teléfono de nuevo en mi bolsillo y mi mirada viajaba por mi vientre. El bulto era muy visible ahora, aunque todavía puedo ver mis pies si miro hacia abajo.

- Tres meses y dos semanas -. Me susurré a mí mismo mientras me frotaba la palma de la mano sobre la tela de mi camisa. Las náuseas y los vómitos siguen ahí todas las mañanas, o cada vez que huelo algo que no me gusta como el pescado o el ajo. La única diferencia esta vez es que estoy comiendo mucho a diferencia de antes y por ello estoy aumentando de peso.

- Realmente brillas últimamente, Pete -. Tankhun comentó y me volví hacia él, viéndolo cortar algunas frutas que había traído para mí. Quería ayudarlo, pero sigue diciendo que no y no quiero molestar a Tankhun porque va a ser un gran problema si lo hago. Así que lo dejo ser.

- Siempre dices eso -. Le respondo con una pequeña sonrisa y él me devuelve el gesto muy cálidamente.

- Me alegro de que seas feliz y de que ese imbécil te esté tratando bien, porque si no lo hace, lo mataré yo mismo -. Me dijo apuntando con el cuchillo. Y los dos nos reímos.

Quería decirle que yo también haría lo mismo si alguna vez me tratara mal aun teniendo 30 kilos de más, podía defenderme solo, pero me abstuve a contestarle.

Miro a mi alrededor escuchando pasos rápidos y veo a los guardaespaldas corriendo en la misma dirección, lo que indicaba que Vegas había llegado. Me levanté de mi asiento y salí de la cocina, pasé por el vestíbulo y entré por la puerta principal justo al mismo tiempo que entraba Vegas, y lo saludé con una pequeño saludo y una sonrisa.

Lleva una camisa manga larga negra que cuelga de su cuello, siempre negándose a abotonar los dos primeros botones de su camisa, exponiendo la suave piel de su pecho. Su cabello está caído y rebelde, casi cubriéndole la frente y un pequeño parche en su sien derecha. Todavía se ve maravilloso como la primera vez que lo vi. Sus llamativos ojos oscuros se centraron en los míos mientras caminaba hacia mí sin importarle que los demás guardaespaldas parados en fila lo saludaran. Y sostengo su mirada hasta que está de pie tan cerca de mí apretando mi mano.