Worship || VegasPete

26. The Father, The Son

<< Como padre y hijo >>

"He was all sevens of the deadly sins"

<< Él era todos los pecados capitales>>

.

Vegas

Él debió haber esperado.

Vegas maldijo en voz baja mientras disparaba a la gente sin piedad en el camino. La idea de que Pete se lastime le pasa por la mente una y otra vez, haciéndole sentir más irritado, incluso furioso.

Le dijeron que esperara. Ordenó esperar, pero estaba allí sangrando en un sótano.

La visión de Pete con dolor brilló ante sus ojos, causando un gruñido de ira que salía de su pecho mientras continuaba disparando, vertiendo toda la rabia que siente por cada bala que ha disparado, por cada cuerpo que ha caído sobre sus pies.

¿Cómo se atreven a lastimar a Pete? Pensó. ¿Cómo se atreven a tocarlo?

Eso realmente lo enojaba hasta la médula, la audacia de esos cabrones para tocar lo que es suyo. A nadie se le permite quitarle a Pete, a nadie se le permite lastimar a Pete; se volverá locamente loco por ser tan territorial al proteger a su compañero. Él mataría, oh, ciertamente mataría por Pete. Incluso estaba dispuesto a arrancar las costillas de todos sus cuerpos con sus propias manos y dientes. Usaría todas las balas de su arma y disparárles hasta que se sienta satisfecho y grato.

Si pudiera arrastrar a James de vuelta de entre los muertos y matarlo una y otra vez, lo haría. Definitivamente lo haría. James moriendo una vez no es suficiente para aliviar la ira que siente en este momento. Lo está consumiendo, hirviendo la sangre hasta los huesos. Comiéndolo entero. Quiere hacerlo sufrir más, quiere hacerle más daño y es frustrante que ya no pueda hacerlo porque el tipo ya estaba muerto.

Qué pena.

Otra maldición se escapó de sus labios mientras agarraba la cabeza de un guardaespaldas y la estrelló contra la pared. El sonido del crujido del cráneo en un ladrillo duro alimentaba la furia dentro de él, es como si estuviera alimentando a esta bestia y todo lo que siempre quiso en este momento era la violencia y causar estragos sin pensar en ninguna consecuencia.

¿Por qué debería importar?

Ya nada importa, daría la vuelta a este lugar hasta que su rabia disminuya.
Pudo escuchar al guardaespaldas atragantándose mientras la sangre salía de su frente y cara. Vegas observaba cómo el cuerpo del guardaespaldas se deslizaba por la pared mientras lo soltaba, convulsionando bajo sus pies. Morir tan lentamente por el dolor de los huesos rotos y la pérdida de sangre. Seguia mirando fijamente, hasta que el pobre tipo dejaba escapar su último aliento como un animal amordazando por el aire.

Y no, no es suficiente.

La rabia sigue ahí comiéndolo de adentro hacia afuera. Quería enojarse, hacer una juerga de asesinatos hasta que todos estuvieran muertos. Estaba tan fuera de control hasta que el hambre de violencia de la bestia que hay en él desaparezca.

Él quiere más. Necesita más.

Empezó a entrar profundamente en la mansión. Todo era un desastre. Sangre y cadáveres dispersos por todas partes. Algunos muertos a tiros; otros eran quemados desde la carne hasta los huesos. La mitad de la mansión casi estaba en llamas. En pleno medio de una noche caótica. Como si la casa, una vez tan poderosa y maravillosa, ahora se estuviera desmoronando con cadáveres y sangre decorando su suelo de marfil. Llamas lamiendo cada pared y esquina, todo estaba destrozado. Todo está destruido.