Worship || VegasPete

11. Mate

<< Compañero >>

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Una cálida mano se envolvió alrededor de mi boca mientras me tiraban con fuerza hacia la esquina.  Mis ojos se abrieron de par en par, el miedo estalló instantáneamente en mi pecho cuando me arrastró hacia la oscuridad, lejos de la puerta, lo que ocasionara que me retorciera.

- Shh -. Me calló Nop. Dejé escapar un aire de alivio. Mientras tanto un fuerte golpe en la puerta nos hacía sobresaltar. Saqué con fuerza la mano de Nop de mi boca mientras miraba, y allí vi la figura de Vegas desde lejos, saliendo de la habitación. 

Enojado.

- Tienes que volver a tu habitación -. Nop dijo en un tono muy bajo, asentí lentamente preguntándome por qué no podía apartar la vista del ahora vacío pasillo por el que había caminado Vegas. Me quedé mirando el pasillo durante segundos, tal vez minutos, sin siquiera saber qué quería ver en la oscuridad, o quizás estaba esperando a que Vegas regresara.

Dejo escapar un suave suspiro y le doy a Nop una leve reverencia antes de irme. Entonces comencé a caminar en la dirección opuesta, en silencio. Mis pies descalzos sintiendo el frío del suelo, la luz de la luna deslizándose a través de las grietas de la ventana a lo largo del pasillo, dando algo de luz suficiente para ver en la oscuridad.

Estaba de regreso frente a mi habitación cuando vi la puerta entreabierta.

¿Lo dejé abierto? Pensé. Estaba a punto de empujar el pomo de la puerta cuando escuché una suave melodía proveniente del interior de la habitación. Me detuve en seco. Tomo unos momentos para escucharlo atentamente y me doy cuenta de que alguien estaba tocando el piano. Era una música triste y desolada que envuelvía mis oídos.

En silencio, abrí la puerta por completo y entré mientras lo miraba cerca de la terraza. De espaldas a mí, las grandes puertas de vidrio del balcón estaban cerradas, pero la luz de la luna llena casi perfecta brillaba elegantemente a través de ellas y hacia las cortinas, la luz tocaba la esquina izquierda del piano, pero no a Vegas. Él todavía estaba en la oscuridad, y el resto de la habitación.

Me apoyé en la pared mientras observaba su espalda a medio metro de mí. Es como si estuviera aislado de pensamientos, intocable, solo, como en una burbuja. Y debo admitir que me atraía las bellas y tristes que eran las melodías que ahora estaba tocando; suena reconfortante pero a la vez tan solitario. Se sentía cálido pero pesado. Era divertido cómo podría hacer que estos sentimientos contrastantes deambulen dentro de mi pecho. Sentado allí, exigiendo sentir cada emoción.

Camino en silencio hacia él, hipnotizado por la música melancólica que estaba tocando mientras me posicionó a su lado. Él mira hacia arriba, sus insondables ojos oscuros son suaves, pero su expresión es ilegible.

- No fue mi intención molestarte -.  Susurro mientras sus orbes oscuros de ojos me miran y un pequeño ceño cruza su rostro.

- Pensé que te habías ido -. Murmura, mientras sus suaves ojos me observan directamente sin dejar los míos.

- Estoy aquí -. Hablé. Pareció perdido por un breve momento y luego sus ojos volvieron a su brillo habitual en un instante. Se pasa los dedos por el cabello mientras se pone de pie y fue entonces cuando noté que solo usa pantalones, colgando peligrosamente de sus caderas, con el torso desnudo. Y lo miro mientras camina casualmente hacia mí, realmente se ve tan impresionante.

- Vuelve a dormir -. Ordenó haciéndome abrazar la bata de baño con más fuerza a mi alrededor. - No me hagas repetirlo Pete -. Pone su mano debajo de mi barbilla y eleva mi cabeza hacia arriba, mirándome fijamente. Sus ojos eran intensos mientras examinaba mi rostro.