"No sé si es amor, pasión, cariño o vete tu a saber. Pero ¿sabes qué?, no soy capaz de tacharte de mi lista de debilidades que son pocas: tú y tu sonrisa.
Ohm Ritprasert deambuló por los pasillos de la clínica impaciente, después de que lo había besado en aquella habitación Natouch había tratado de apartarse. - Por favor, no vuelva a besarme. - Fueron sus palabras, pero Ohm tenía mucho por lo que protestar, él había correspondido a ese beso.
- Natouch... - Suplicó acariciando su nariz con la suya, negándose a soltarlo.
- Por favor, busque otra manera de vengarse mi...
- No quiero vengarme de ti.
- Entonces, ¿Qué es lo que quiere, Ohm?
- Tenerte en mis brazos, despertarme contigo..., hacerte el amor. - él cerró sus ojos
- No juegue conmigo, ¿no me he humillado lo suficiente?
- Solo quiero que estes junto a mí, ya no me importa nada más...
- Déjeme, Ohm. No hagamos esto más difícil, si acepté vivir con usted, es por los niños, no se equivoque.
- Eres mi esposo, Natouch.
- Solo en el papel... - Dijo apartándose.
Cuando le doctor anuncio que Natouch estaba siendo trasladado a su habitación Ohm se adelantó para verlo, sin embargo, fue detenido por Mew.
- ¿Va a cuidar de él, Ritprasert?
- ¿Debo darle explicaciones, Suppasit?
- Es mi hijo quien está en esa habitación.
- Natouch no lo ve como tal, ser su padre no le da el derecho a decidir por él.
- No lo sabía, jamás supe que era mi hijo, si lo hubiera sabido, nunca hubiera permitido que se casara con usted.
- Lo siento Suppasit, Natouch es mi esposo y no voy a soltarlo. - Contestó decidido.
- Voy a recuperar a mi hijo, Ritprasert, tarde o temprano, haré que él sea libre. - Le amenazó.
- Suerte con eso...
No esperaba que Mew Suppasit tuviera influencia en su esposo, Natouch no quería saber nada de él, así que por el momento no sería un problema, sin embargo, Natouch había endurecido su corazón y tampoco le permitía acercarse, no sabía hasta cuando le duraría esa obsesión que tenía por él, pero si estaba seguro de que mientras lo deseara haría todo lo posible para tenerlo, Natouch aun sentía algo eso era evidente, de otra manera no correspondería a sus besos, aún tenía una esperanza de recuperarlo, pero cuando entró en la habitación, su secretario era quien le ayudaba a tomar agua.
- ¿Qué hace aquí, señor Tantachj? - Esta vez dominaría sus celos, no quería que Natouch pensara que no era capaz de contenerse. - Puede retirarse, puedo encargarme de mi esposo. - Le dijo.
- Por supuesto, señor.
- Gracias, Tantachj. - Susurró Natouch.
- De nada, mi señor. Estaré afuera si es que me necesita. - Le habló suavemente, luego le hizo una pequeña reverencia y salió de la habitación tan propio como era, entonces también notó el enorme ramo de flores que descansaba en la mesa al lado de la cama.
- ¿Te sientes bien?, ¿quieres que te traiga algo? - Preguntó, pero Natouch negó con la cabeza. - ¿estás seguro?, de verdad no es problema ir a buscarlo.
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ESPOSO DESCONOCIDO
RomansaUn terrible accidente había dejado en coma al heredero de la empresa aeronáutica más importante del país, con muy pocas probabilidades de volver a ser el mismo, él imponente CEO pronto es abandonado, no solo por su familia, sino que también por su p...