Admito que jamás me he sentido mejor en mi vida.
Si no he muerto y no estoy en el cielo, esta sensación debe ser lo más parecido a ello.
Cálido, cómodo, mullido, seguro...
Nunca había sentido algo ni tan siquiera parecido.
Respiro calmada y aliviada.
Relajada y feliz.
Sé dónde estoy.
Sé con quién estoy.
Dagnor.
Sé que se ha obligado a hacerlo.
Sé que si por él fuera, estaría en su cama.
También sé que no debería, pero me aferro a mi egoísmo y sigo fingiendo que estoy dormida porque no quiero que esto se acabe.
No quiero regresar al mundo real.
Quiero quedarme por siente entre estos fuertes brazos, pegada a este pecho cálido y poderoso, entrelazar mis piernas con las suyas.
No me atrevo ni siquiera a moverme.
No sé cuanto tiempo he dormido, más de lo normal, eso seguro.
Puede que ya haya pasado más de medio día. No había dormido tanto jamás.
Por otro lado, él sigue durmiendo, sus profundos ronquidos no me supusieron un problema para dormir al igual que su fuerte agarre.
Siento su respiración, plácida y calmada.
Cómo es posible que un hombre tan grande y fuerte pueda ser tan reconfortante.
Tiene su nariz sobre mi pelo, siento sus respiraciones acariciar mi pelo.
Sus grandes manos posan en mi espalda.
Suspiro plácida.
Despierta Lia, esto no es real, esto ha sido porque estabas a punto de morir de frío. Porque no vales ni para sobrevivir del frío.
Despierta de este sueño, él no es cálido ni es amable. Cumple tan solo su palabra. Y me ayuda porque seguramente siente lástima por mí y porque no querría encontrarse un cadáver al despertar.
Jamás pensé que el invierno pueda ser tan duro aquí.
Me críe en estas tierras antes de ser vendida, pero no tan al norte. Me acuerdo decir a alguien que estas zonas se las considera el infierno helado.
Entiendo por qué.
Lo he estado pasando realmente mal por las noches, pero anoche fue sin duda la peor de todas.
Suspiro lentamente.
Despierta de este sueño no real me repito.
Poco a poco y muy lentamente, alzo mi cara y su barba acaricia mi mejilla.
Diablos, está mucho más cerca de lo que pensé.
Veo sus labios y siento que empiezo a arder por dentro.
Él poco a poco abre los ojos.
Le he despertado.
Nuestros ojos se encuentran.
Y a pesar de pensar que se alejaría al instante, no se apartó.
Nos quedamos quietos sin hacer ni decir nada.
Él acaba apartando mi mirada.
- sigues viva..
Asiento lentamente.
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Un poderoso vikingo se enamora de una esclava.
RomansaMe he visto la serie de Vikings y me ha dado por escribir un romance a mi estilo. Dagnor es un duro vikingo que en un saqueo se encuentra con Lia, una esclava indefensa a quien ve de utilidad para la misión. A pesar de que ella le pidió que le matar...