Dagnor

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Sigo abrazándola. 

Y no pretendo dejar de hacerlo. 

Llevo un largo rato despierto admirando cada detalle de su rostro. 

No sabía lo mucho que echaba de menos estar en casa. 

Poco a poco ella abre los ojos. 

Me mira y se despierta del todo. 

Su expresión es cautelosa. 

- hola - susurro. 

- h-hola... - habla tímida. 

Respiro lentamente sin dejar de mirarla. 

Ella aparta los ojos de mí. 

- es de noche... hemos dormido el día entero... - dice. 

Miro por un instante la ventana y veo que es cierto lo que dice. No hay sol. 

- claramente necesitaba dormir en una cama.. - digo suspirando. 

Ella sonríe. 

Miro su sonrisa. Sus labios.

- te dará tiempo a ir a la gran celebración 

Alzo una ceja. 

- cómo sabes tú eso 

Encoge un hombro. 

- Mara me lo dijo... cuando volvierais, el pueblo haría una gran fiesta

Aprieto los labios y asiento lentamente. 

- gracias a los dioses hemos logrado un gran botín al final haciendo que el viaje no fuera en vano... - digo serio.

Ella se queda mirándome. Frunce levemente el ceño.

- qué quieres decir 

- nuestros viajes es por una razón, beneficiar al pueblo con grandes botines y tesoros, volver con las manos vacías no es una opción 

Me mira intrigada. 

- ¿lo ves así? - me pregunta. 

La miro. 

- yo creo que las mujeres se alegrarían de ver a sus maridos regresar vivos de tan largo viaje aun si no trajeran nada... 

Esbozo una media sonrisa ante su ingenuidad. 

- ¿crees que no es cierto? 

Mi difunta esposa solo me exigía tesoros. Creo que jamás se alegró de verme vivo. 

Ladeo la cabeza y la atraigo más a mí. 

Ella se deja. 

Cierro los ojos y respiro su pelo. 

- hueles muy bien... 

Por los dioses, jamás he olido nada mejor.

- he hecho jabón de flores... s-si quieres, te lo doy 

Ahogo una carcajada hundiendo mi nariz en su pelo. 

- ¿quieres que huela a flores?

Aprieta los labios a modo de sonrisa. 

- ¿por qué no? 

Sonrío. 

- no sé qué pensarían mis hombres... 

Ella sonríe más.

Pero en algo tiene razón...

- he de bañarme, hasta yo me doy asco... - empiezo a sentirme de nuevo avergonzado. 

Un poderoso vikingo se enamora de una esclava.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora