Pasaron los días y nada cambió entre Dagnor y yo.
Temía que después de volver a la realidad, las cosas cambiaran e incluso se pusiera arrepentir.
Pero no.
Dagnor según entraba por la puerta corría a mis brazos y me alzaba para comerme la boca y después llevarme a la cama.
Dormíamos poco claro está.
Cosa que nos acabó afectando ya que los días eran cansados debido a tener que ayudar a restaurar el pueblo de la tormenta.
- ¡Dagnor no! - le grito decidida.
Él se abraza a mí.
- por favor... será rápido... lo juro por Odín... - suplica mientras aprieta más su cuerpo contra el mío haciéndome notar su gran erección sobre mi culo.
Me muevo y logro apartarme un poco de él.
- he dicho que no, debes descansar y dormir, ya lo hemos hablado
- al diablo con eso - vuelve a acercarme.
Puede moverme como si de una pluma me tratara. Pero soy ágil y me escabullo de sus manos.
- como no te estés quieto, te juro que me voy - le amenazo.
- a dónde si se puede saber
- con la cabra si hace falta - respondo.
Entonces él suelta una carcajada y rompe a reír.
Sonrío embelesada. Son pocas las veces que le veo reírse y me gusta.
- vale... - me sonríe y abre los brazos. - hoy solo dormiremos
- ¿lo prometes?
- no
- ¡Dagnor!
- por Odín mujer, - logra cogerme y me arrastra hasta su pecho y me enjaula entre sus brazos impidiendo poder escapar. - me vas a volver loco, durmamos pues
Sonrío y río.
Apoyo mi cara en su pecho y me dispongo a dormir.
Pero entonces vuelvo a notar aquel monstruo que tiene entre las piernas.
- ¡Dagnor!
- ¿crees que seré capaz de conciliar el sueño teniéndote en mis brazos y sin ser capaz de pensar en otra cosa que no sea follarte?
Sus palabras sucias me encienden.
Suspiro y le miro vencida.
- solo una vez...
- gracias a Odín - sonríe y no tarda en colocarme encima suyo y empezar a desnudarme para plantar su boca en mis tetas como tanto le gusta hacer antes de penetrarme entera y hacerme gritar su nombre.
Admito que yo también ansiaba poseer su cuerpo.
Tras una larga sesión de pasión, nos quedamos abrazados, sudorosos y mirando al techo.
- Dagnor...
- hhmm
- ¿tuviste madre?
- qué pregunta es esa, todos tenemos una
- me refiero, a que si te acuerdas de ella, si te crió
- sí, sí que lo hizo - hizo una pausa - ¿tú no verdad?
Suspiro.
- me vendió antes de que pudiera recordar. - respondo rápido - ¿fue una buena madre la tuya?
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Un poderoso vikingo se enamora de una esclava.
RomanceMe he visto la serie de Vikings y me ha dado por escribir un romance a mi estilo. Dagnor es un duro vikingo que en un saqueo se encuentra con Lia, una esclava indefensa a quien ve de utilidad para la misión. A pesar de que ella le pidió que le matar...