Un poderoso vikingo se enamora de una esclava.

Lia

Me aseguré de salir de sus brazos sin que se diera cuenta. 

Debía estar muy cansado para dormir tan profundamente. 

No quería salir de sus brazos. No quería ni siquiera alejarme de él. 

Pero debía. 

Me obligué a decirme varias veces que no debía rendirme a mis ansias y mantenerme lejos de él. No volver a caer en sus brazos. 

Pero caí. 

Me rendí. 

No pude evitarlo. 

Puedo sentirme mejor mintiéndome y decir que lo hice por el frío, pero yo sé que no fue por eso. 

En tan solo dos días durmiendo juntos, mi cuerpo no me pide otra cosa que volver a él. 

Su calidez, su protección... 

Suspiro saliendo de aquella casa. 

El viento gélido de golpea. 

Pido a los dioses que me ayuden.

Ayer Mara vino como suele hacer desde que nos conocimos. 

Es mi amiga. 

Es buena conmigo. 

Mientras nos pusimos a desgarrar un par de conejos que había cazado, hablamos. 

...

..

.

- y qué tal llevas las noches - dijo ella. 

- bien

- lo digo por el frío, para alguien que no se ha criado por aquí, puede ser muy duro 

Me sonrojé al pensar en que mi solución era Dagnor dándome calor con su cuerpo. 

- Dagnor... - por un momento dudé en si poder confiarle a Mara mis pensamientos tan confusos que tengo sobre Dagnor - ... me ha dado varias pieles con las que protegerme y junto con el fuego duermo bien.. - finalmente miento. 

Ella hace una mueca. 

- bueno, al menos hace algo - su tono es como si estuviera molesta. Desgarra con más fuerza el conejo. 

Le miro confusa, ella me mira y chasquea los dientes.

- lo digo porque ya que te deja sola por las noches, lo mínimo es que al menos se preocupe de que no morirás de frío 

- ¿dejarme sola? 

- Lindia ya le ha contando a todo el pueblo que Dagnor fue a verle anoche - dice como si nada. 

Lindia. 

- ¿quién es Lindia? - pregunto confundida. 

Mara piensa cómo responder la pregunta mientras termina de desgarrar a la presa. La deja en el suelo, suspira y me mira. 

- Lindia es una de sus putas 

Entonces todo dejó de importarme. 

.

..

...

Respiro con profundidad. El frío entra a mis pulmones produciéndome un fuerte dolor. 

El nudo en mi garganta persiste. 

Desde que oí lo que me dije Mara siente este nudo y malestar interior todo el tiempo.