ADVERTENCIA: Este capítulo podría contener inconsistencias sobre temas como Egipto e historias o personajes relacionados con la bíblia, favor de no tomarse en serio estos temas pues solo es entretención<3
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Hace mucho tiempo atrás, el bien y el mal siempre estuvieron en combate por quien dominaría el mundo, y debía existir un balance entre ellos pero alguien codicioso quería crear maldad en el mundo para su propio beneficio... ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ
Esta historia comienza hace 5000 años, donde el mal creyó vencer, donde dos Dioses nacieron y fueron los guardianes de Egipto por mucho tiempo, alejando a la maldad y restaurando el orden.
Neith era una jóven de 19 años la cual ayudaba a su madre con la cosecha aquel día, aquella jóven de cabello casi negro, con ojos cafes y piel tostada, trabajaba como esclava desde muy temprana edad, la cosecha de ese día era para el rey y ofrenda para los Dioses. ㅤ
ㅤ ㅤ ㅤ Hace días atrás se había dado una gran pelea epica que Neith jamás olvidaría, donde una Diosa de traje rojo y un Dios de traje oscuro, llevaron paz a su hogar.
Pero no del todo, ya que los esclavos, seguían siendo esclavos, no había mejoría en nada, solo se encargaron de El Faraon, el rey de Egipto, llamado originalmente Akhenatón que había sido poseído por una mariposa negra, pues este había perdido a su esposa Nefertiti hace unas 5 lunas atrás.
La jóven iba distraía recordando a aquellos Dioses, deseando ser como ellos, pero tanto ella como su madre, sabían que las dos habían sido traídas al mundo para servir solamente de esclavas y no tener nad aen especial. ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ────Neith, ayúdame con la verdura por favor, debemos llegar pronto al palacio──── decía la mujer entregándole una bolsa de piel de camello a la menor.
────S-si mamá──── dijo asintiendo y abriendo la bolsa para que la mujer metiera la verdura saliéndose rapidamente de sus pensamientos.
Ambas trabajaban bajo estrictas ordenes del rey, no podían tardar en llegar con los pedidos, tomaron todas las bolsas para correr hacía el palacio y entregar toda la verdura fresca a las personas encargadas de preparar la comida para el rey y ahora sus invitados, los dioses de la destrucción y la de la creación.
Aquél día se haría un banquete para estos dos en honor, ya que salvaron a Faraon del mal a pesar de que él quería recuperar a su amada, sabía que esa no era la forma correcta.
────¡Me alegra tenerlos aquí, mis venerables Dioses!──── hacía una leve reverencia con el puño en su corazón ────Prueben nuestra deliciosa comida, nuestra tribu eligió con recelo la fruta más fresca y deliciosa para ustedes────
