Azira abrió los ojos. Estaba todo tan oscuro y la noche estaba en su máximo punto. El silencio fue perturbado por el repiqueteo de la madera de su puerta, rechinando hacia los techos como ecos reverberantes de oleajes mundanos. Casi expectantes. Un escalofrío familiar recorrió el cuerpo de Azira y levantó la mirada aún cuando no podía ver nada en la penumbra. Era extraña la sensación, pero estaba segura de que estaba despierta. No se trataba de un sueño y el sonido del rechinar de la madera se volvió más errático.
Hasta que se concentró en una esquina junto a su ropero. El ropero donde sus vestidos, y más importante, su vestido de novia se resguardan. Azira entrecerró los ojos, tratando de disipar el sopor del sueño y comprender que había una silueta negra y delgada parada en ese rincón. Era casi imperceptible, pero Azira la reconoció. Había una persona en su habitación. Hurgando entre sus cosas y sacando la caja del vestido blanco inocuo e inocente. El pecho de Azira subió y bajó velozmente, casi compungido mientras su piel sudaba frío y las lágrimas se acumulaban en sus ojos.
No era el señor Crowley. La silueta era más pequeña y ancha. Una maraña de cabello se diferencia entre sus esqueléticas manos. Era una mujer espectral que se acercó a ella lentamente. No podía diferenciar todos sus rasgos. Era casi una sombra completamente que Azira perdió el aliento, sin saber por qué no era capaz de gritar. Una presión llenó su pecho y la sangre apretó con fuerza los límites de su pensamiento hasta que su cabeza dolió. La mujer espectral se acercó y Azira la vio un poco mejor.
Tenía su velo de novia y lo levantó frente a Azira. Como un premio, un trofeo de victoria. Entonces, gritó con fuerza y rompió la tela con una fuerza desgarradora. El chillar de la gasa y seda sucumbir fue largo y agudo. Azira gritó aterrorizada y se hizo ovillo. Alejándose de la mujer fantasmal lo más que se pudo. Sin embargo, sintió cómo es que ella no es un espectro cuando su peso sumió el colchón de su lecho. La persiguió y antes de que ella pudiese salir de la cama y correr lejos de aquel infierno, la mano huesuda de la mujer la tomó por los cabellos y jaló.
Azira gimió adolorida y vio los ojos de la mujer espectral a través de la poca luz de la noche. Eran oscuros como la tinta y llenos de un odio imposible de ignorar. La mujer, entre rugidos y extraños gorgoteos agudos y graves, jaló de ella y la estampó contra la madera del dosel de su cama. Azira lloró y el sueño la consumió rápidamente mientras cae contra el colchón y la pequeña herida de sangre que el golpe le provocó. A su alrededor daba vueltas y no se dio cuenta de que la mujer escapó. Trató de llamar a alguien, a quien sea; pero su voz le falló y todo su cuerpo cedió al repentino cansancio y mareo.
Todo eso le recordó a aquel accidente con su prima Uriel que la condenó al cuarto rojo y a Lodwood. Ese mismo aire de dolor fantasmal la llenó y pronto se quedó dormida.
~*~
A la caída del atardecer, Azira caminaba de un lado a otro sobre los pastos junto al puente de la entrada de la propiedad. Tenía una visible herida en el costado derecho de su cabeza con la que amaneció llena de sangre seca. Era una herida pequeña que había hecho el suficiente ruido para que Azira se despertara asustada pensando que era algo peor que un mísero rasguño que la noqueó hasta entrada la mañana. Le sorprendió que nadie hubiera ido a despertarla. Su mejilla, párpado, cabellos y ropas estaban escarchados de sangre mientras los recuerdos de la noche anterior llegaban como un momento de iluminación que la hizo levantarse de salto del lecho. El groso error la golpeó cuando se tambaleó y gimió por los mareos que sentía. Tuvo que apretar los ojos con fuerza mientras intentaba recuperar la compostura.
Entonces, vio la prueba contundente que le demostró que no se trató de una pesadilla. Su velo de novia estaba en el suelo, roto y despedazado. Completamente inútil y algo se rompió dentro de Azira al ver la delicada y hermosa tela completamente corroída por aquel ataque sin previsto en la noche anterior. La corona de flores estaba rota, completamente irreconocible. Tan intencionado como cruel, Azira tuvo que aguantar las lágrimas de impotencia al verse afectada, preguntándose por qué el espectro de esa mujer parecía odiarla y le había hecho algo como eso. Como si fuera una especie de justicia poética mientras que el golpe en su cabeza no fue más que el trabajo sucio de la ley de Talión.

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Azira Fell
FanfictionGood Omens x Jane Eyre adaptation. Azira Fell es una huérfana que es enviada a Lodwood, un orfanato frío y desolado, donde aprenderá su camino como institutriz y siguiendo las reglas del dogma con estoicismo. Cuando es contratada por la señora Tracy...