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Hace 3 años

El sudor recorría cada parte de su cuerpo y el horrible dolor que sentía en su espalda y abdomen era lo más insoportable que estaba experimentando en toda su vida.

Cuando sintió otra contracción aún más dolorosa que la anterior sus manos se aferraron con fuerza a la sabana blanca de la cama, el dolor era insoportable, sentía como su columna se desgarraba y fue en ese momento que el primer grito en todo lo que llevaba de trabajo de parto, salió de su boca.

-¡AHH!-Las jóvenes que se encontraban en la habitación la miraron con lastima mientras bajaban la mirada al no poder hacer nada para ayudarla.

-Tienes que pujar más fuerte Mily.-Yulia, quien era su mejor amiga era la joven que la estaba ayudando con su trabajo de parto.

-No puedo, me duele mucho.-El dolor aumento más cuando sintió al bebé empezar a salir, era tan doloroso que cada vez que pujaba sus piernas temblaban.

-Puja Mily ya casi sale por completo, vamos puja.

-¡AHH!

-¡Más fuerte, vamos!

-¡AHHH!-El llanto del pequeño bebé que Yulia cargaba entre sus brazos, resonó por toda la habitación y entonces fue cuando Emily pudo respirar agusto.

-Es un niño.-Yulia camino hasta quedar al lado de Emily, estiró su cuerpo y con mucho cuidado le dió el bebé a su mejor amiga.

Emily tomo a su hijo entre sus brazos con cuidado mientras lo observaba con mucho detenimiento, estaba segura que era lo más preciado y hermoso que tendría en su vida, ese pequeño ser era el único recordatorio que el había dejado en ella.

-Si tan solo el estuviera aquí.-Emily acaricio el rostro de su hijo con delicadeza, su piel era tan suave y sus pestañas eran largas como las de el.-Te amare y protegeré el resto de mi vida.-Inclino su cabeza levemente hacia adelante para poder darle un beso en la frente a su hijo.

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-Mamá.

El jaloneo que su hijo daba a su falda para que le pusiera atención, la saco de sus pensamientos al instante.

-¿Qué pasá Harry?-Emily se agachó hasta quedar a la altura de su hijo para alzarlo entre sus brazos.

-Sed.

Emily llevo al pequeño niño hasta la silla más cercana del pequeño comedor en el jardín, se sentó ella primero y después acomodo al niño en sus piernas, sirvió un poco de agua en un vaso y después ayudo al pequeño a tomarla.

-Ya jugaste mucho tiempo, es hora de descansar.

Harry no conforme con llevar toda la tarde jugando en el jardín, comenzó a patalear por querer bajarse de las piernas de su madre.

-Cariño por favor no hagas berrinches.
-En cuanto la rubia miro que el pequeño estaba apunto de llorar, decidió ponerse de pie para comenzar a caminar de un lado a otro mientras mecía a su hijo en su regazo.

A los pocos minutos el pequeño quedó dormido entre sus brazos y ella por fin pudo sentarse nuevamente en la silla.

A lo lejos pudo ver a una de las criadas de la mansión aproximarse a ellos, por lo que supuso que se llevaría a su hijo, así que con las inmensas ganas que tenía de llorar, quitó un mechón de cabello de su hijo y admiro su rostro con mucho detenimiento, no quería separarse de el nunca más, pero por más que le doliera hacerlo tenía que obedecer las condiciones de Bill, si te portas bien dejaré que viva aquí contigo, su voz resonó en su cabeza con aquellas palabras.

La Mujer Del Diablo - Bill Skarsgård [Book#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora