La Mujer Del Diablo - Bill Skarsgård [Book#1]

32 capitulo final, parte 1.

5 meses después

-¿Hay noticias?

-No, es como si la tierra se hubiera tragado al culpable.

-¿Si lo están buscando correctamente Mason?

-Si, incluso tus hombres ya tienen miedo de regresar a la mansión sin pistas nuevas, saben bien que los matarás si no traen información nueva.

Bill suspiro con pesadez, ya había perdido la cuenta de cuántas personas había matado con tal de conseguir los documentos del experimento de su padre.

Durante estos cinco meses se había dedicado a buscar al culpable por cielo, mar y tierra, pero simplemente no aparecía, era como si nunca hubiera existido, ni siquiera sabía cómo es que alguien había logrado infiltrarse en su mansión y robar algo tan valioso.

Llevo ambas manos a su cabello y lo estiró con fuerza, hasta que su cuero cabelludo dolió, su rostro se veía cansado y hacía días que no comía y que no dormía, probablemente más de una semana que no había subido a su habitación ni siquiera a ducharse.

-Deberías de descansar un poco.

-No puedo.

-Yo me haré cargo.

-Dije que no Mason.

Bill miro al moreno con ojos asesinos, en estos momentos ni siquiera su medicina servía para calmarlo.

Desde hace cinco meses que habían estado detrás de una sola pista que no los llevaba a nada, Río de Janeiro, el lugar donde había sido su luna de miel.

Ya habían ido con todos sus hombres hay varias veces, pero simplemente no encontraban nada y eso lo hacía enfurecer.

Esa era la única pista que había descubierto en el bosque en un papel manchado de sangre, en el decía, Río de Janeiro, la unica pista que dejare, después de eso no había aparecido otro papel o tan siquiera otra pista que los llevará a averiguar dónde podría estar el experimento de su padre.

-Bill por favor has lo que te digo.

-¡Dije que no Mason!

Alzó la voz y se paró enfurecido de su silla de cuero, estaba de muy mal humor.

-¡Mierda ya no sé que hacer!

-Descansar es lo primero que...

-¡Maldita sea Mason, no entiendes que no puedo descansar!

El moreno desvío la mirada hacia el enorme ventanal del despacho, desde hay podía verse todo el jardín y en estos momentos podía ver a Katia cortando rosas, con un vientre ya bastante abultado de nueve meses, dentro de dos semanas sería el parto y eso era otra cosa más por la que Bill se encontraba así de estresado, el realmente no quería ser padre.

-¿Qué no debería de estar guardando reposo?-Frunció las cejas y señaló con su dedo cuando Bill se giro para mirar.

-¿Qué mierda hace en el jardín si se supone que debe de estar en su habitación?
-El rubio salió casi corriendo del despacho, fue hasta el jardín trasero, donde se encontraba Katia y cuando por fin estuvo detrás de ella la giro tomándola del brazo.-¡¿Que haces aquí?!

Grito enfurecido, sus ojos verdes se habían oscurecido y Katia pudo mirar en ellos un odio que nunca desaparecería.

-Q-Quería cortar r-rosas.-Tartamudeo bajando la cabeza en sumisión.

-¡Estás apunto de dar a luz en dos semanas y estás aquí como si nada!

-Perdón, necesitaba hacer esto.