Los rayos del sol entraron por la ventana de la habitación, haciéndola despertar poco a poco. Katia parpadeo varias veces y cuando por fin se encontró lo suficientemente despierta se reincorporo en la cama quedando sentada en ella, miro a su lado izquierdo, el ya no estaba hay, cosa que le ocasionó un inmenso alivio.
Recorrió con la mirada la enorme habitación y una inmensa sensación de pánico la invadió, quería salir corriendo de hay y irse lo más lejos posible. Anoche no había sido una noche tranquila, anoche había sido su primera noche durmiendo en la habitación de Bill y claro que el no quiso quedarse con las ganas de nada.
Agradecía que no sucediera "eso" pero se sentía asqueada cuando recordaba lo que la había obligado hacer y como había tocado su cuerpo a pesar de que le suplico, le rogó, le imploro que se detuviera, el no le hizo caso en ningún momento.
Katia cubrió por completo su cuerpo cuando recordó que se encontraba completamente desnuda y volvió a acostarse en la cama abrazándose a si misma mientras las lágrimas salían sin control alguno.
Su corazón dolía y su cuerpo también, pero el sentirse sucia y ultrajada dolía más que lo otro, en su mente se repetía una y otra vez las escenas de anoche, recordándole que ella no merecía tener el amor de Ian al estar manchada de aquella forma tan desgarradora.
Probablemente el tiempo ya había pasado, los meses se habían convertido en años para ella dentro de este lugar y ni siquiera así podía acostumbrarse un poco a su cruel realidad.
Se abrazo más fuerte así misma cuando la puerta de la habitación se abrió abruptamente y los pasos de alguien resonaron por la habitación en completo silencio.
-Estoy de mal humor, más te vale no ser fastidiosa o te juro que te saco a esa cosa a patadas.
Bill desabrochó su cinturón y el botón de su pantalón, bajo la cremallera y después procedió a bajar su boxer junto con el pantalón.
-Ven aquí ahora mismo.
Ordenó con voz sería. Katia se quitó la sábana de su cuerpo y fue hasta a el gateando en la cama, se sentó en la orilla y tomo con ambas manos el miembro del rubio, era mejor cooperar, ya no quería más marcas de cinturón en su espalda.
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-Buenos días.-Saludo Marco entrando al gran comedor con una enorme sonrisa en sus labios, camino hasta al lado de su novia y tomo asiento en la silla.
-Buenos días.-Respondió Ian.
Nina ni siquiera contesto a ella ya le había dado los buenos días de otra forma en la habitación.
Emily por otro lado se había quedado en silencio comiendo, ni siquiera lo había mirado, ayer se había portado tan mal con ella que ahora no quería ni verlo.
-¿Por qué tanto silencio? -Pregunto Mason sentándose en la primera silla del lado derecho.
-Supongo que es por qué no está Bill.
-Dijo Nina sin mirarlo.-Por cierto ¿Dónde está Bill?-Pregunto Ian frunciendo las cejas.
-Estrenando a su esposa en su habitación, después de todo tuvo que esperar mucho tiempo para tenerla en su propia cama.
-Marco sonrió con burla mientras miraba disimuladamente a Ian.El de ojos azules se puso rojo del coraje y apretó los puños por debajo de la mesa, no sabía si quería golpear a su hermano por patán o a Bill por estar haciendo sufrir a Katia.
-¿A qué te refieres con eso hermano?
-Pregunto Ian entre dientes.-Cuando venía para acá escuché unos gemidos en la habitación de Bill, con eso te digo todo Ian.-El pelinegro rio con burla al mismo tiempo que se llevaba un pedazo de fresa a la boca.
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La Mujer Del Diablo - Bill Skarsgård [Book#1]
FanfictionPrimer libro de la tetralogía la mujer del diablo. Venganza, eso era en lo único que podía pensar, día con día me fui consumiendo en ese sentimiento de hacer pagar a los que me traicionaron a los que me dieron la espalda. Aquellos que alguna vez les...