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JungHwa observaba con el ceño fruncido al muchacho sentado frente a ella, estaba confundida y no obtenía ninguna respuesta del contrario. Él solo miraba el piso con las heridas cerradas en la cara, con una mirada vacía.

- DakHo... - Volvió a llamar, sin obtener atención ni reacción - Oye...

El chico suspiró y cerró los ojos.

- ¿Podrías callarte? - Preguntó con voz suave, luciendo y oyéndose cansado, como siempre.

- Sólo quiero que hablemos...

- ¿De qué? ¿De mi culpabilidad en el caso? Ni siquiera puedo ordenar mi mente... - Aún hablaba con un tono suave, ya se volvía característico de él.

Nunca se alteraba, siempre intentaba estar calmado y su voz siempre era suave, desde que lo conoció, pero la emoción en sus ojos se había desvanecido.

- Sólo dime la verdad...

- ¿Vas a creerme si te lo digo?... - Puso su mirada fija sobre la muchacha, que ya volvía a ser una oficial de nuevo. Ella se dio cuenta de que los ojos del chico estaban aguados - Ya no tengo a nadie... y aún si digo que soy inocente nadie va a creerme... Mi sangre no es la misma de este país... Aún si la mujer que me crío me amó a pesar de no ser como ella ni de ella... ya no está. No tengo a nadie.

- Me tienes a mí...

DakHo no pudo evitar soltar una pequeña risa y desviar la mirada por la ironía del momento, sus ojos se cristalizaron aún más.

- El único testigo de mi verdad está en coma en el hospital, grave... con altas probabilidades de morirse y todos creen que yo la puse ahí.

- Tus huellas estaban en el cuchillo DakHo... tus cicatrices son de forcejeo.

DakHo miró el piso de nuevo.

- Entonces, ¿por qué sigues aquí?... Si aún preguntándome no vas a sacar nada, no vas a creerme... - Se tragó las lágrimas, y esta vez observó sus muñecas, presas por las esposas. Aún dentro de una celda por semanas, tenía que seguir usándolas como si fuera a matar a alguien.

- ... Te creo...

DakHo la miró con desconfianza.

- JongWoo estaba ahí. - Murmuró.

JungHwa sintió un escalofrío, y cierto alivio al escuchar su nombre.

- JongWoo tenía el cuchillo antes que yo...

- ¿JongWoo intentó matarla? ¿Estaba solo?

- Ya se lo dije a los detectives... pero utilizan mi trastorno como excusa, a pesar de que ya lo tenía controlado... - Sintió un mareo que lo hizo dejar de hablar -... M-MoonJo también estaba ahí... fue él el que casi me parte la cara... - Reposó su cabeza en la pared - Quizás hasta me dejó secuelas... es una maldita bestia...

- DakHo... ¿crees que estarás bien aquí?

El nombrado la miró y esbozó una pequeña sonrisa.

- Ni se te ocurra salir a buscarlos... No tú sola...

- Quizás no intente ir sola de nuevo...

- Más te vale... Él es astuto... inteligente y meticuloso... Y malditamente fuerte... puede matarte de un solo golpe contra cualquier cosa... o peor... torturarte y cagarte la mente como seguramente lo ha hecho con JongWoo...

- ¿Cómo estaba JongWoo?

- Como un muñeco de trapo... o una marioneta. Vacío... descontrolado y desesperado. No sé si nombrar miedo... se veía tan seguro de matar... pero sí inquieto. Probablemente a estas alturas quede muy poco de quien fue, quizás nada.

TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora