JongWoo mantenía la mirada cabizbaja, sintiendo como las grandes manos de MoonJo se hundían dolorosamente sobre sus caderas.
- Si no quieres hacerle daño a SeUn, dímelo.
- Puedo... matar a quien sea... menos a un niño...
- Bien. No te costaba nada decirme.
- No sé cómo reaccionas... eres un asesino.
- Pero tú eres especial para mí. ¿Lo olvidas? Y tú nos aceptaste. - Acarició la muñeca presa por el brazalete.
JongWoo se miró la muñeca.
- Es... lindo...
- Eso y mucho más he hecho por ti. Puedo liberar a SeUn si eso deseas. Podemos hacer lo que tú quieras, ir a donde tú quieras que vayamos.
JongWoo alzó la mirada y MoonJo se acercó para besarlo. Lo que hizo que su corazón se sintiera algo apretado, extraño. Como si los sentimientos que tenía por MoonJo, fueran todo lo contrario al odio, estaba tan confundido.
- ¿La dejarás ir? - Preguntó sobre sus labios.
- ¿Eso quieres?
- Sí... - Sintió otro beso que lo hizo relamerse los labios. Los labios de MoonJo sabían a la muerte. Al infierno. A un veneno tal vez.
Esto lo mataría lentamente, porque sabía que MoonJo era tóxico.
JongWoo suspiró, aferrándose a MoonJo, abrazando su cuello y enredando sus piernas en la cintura del pálido. Fusionando sus labios con más intensidad.
Mientras tanto, DakHo pasaba por otro cuestionario del detective Lee.
- ¿Eres gay?
- ¿Qué tiene que ver mi sexualidad con el caso? ¿Va a justificar que por ser gay el abuso que sufrí en la cárcel se invalida porque fue con otro hombre?
Lee GwangJae hizo una mueca.
- Es por la discriminación... ¿Lo eres?
- No. Hay más sexualidades...
- Maldita sea, ¿perteneces al maldito colectivo LGBT?
- Sí. Eso es más específico y generalizado. - DakHo se estiró.
- ¿Recuerdas lo que pasó años atrás? Cuando eras un niño y aún estabas en el orfanato. ¿Tenías... a alguien más?
- ¿Alguien más? - DakHo frunció el ceño - ¿A qué se refiere?
GwangJae volvió a suspirar más frustrado.
- Chu DakHo, según los registros, tú tenías una hermana.
- ¿Una... hermana? - DakHo se sintió confundido.
- ¿No te acuerdas?
- No...
Lee GwangJae desvió la mirada.
- Entonces es cierto eso de... del no se cuanto... el trastorno que tenías... tch... Su muerte debió afectarte demasiado como para traumarte a ese punto.
- ¿Murió?... ¿En el orfanato?
- Sí. El día del accidente.
DakHo se sintió perdido. Meditó un poco mientras el detective se despedía. Intentó vagar en sus recuerdos y conectar algunas piezas.
Y todas esas conecciones, lo llevaban a la misma persona.
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Tóxico
FanfictionHobbes plantea que somos malos por naturaleza, y que por esa razón deben haber leyes que nos controlen, pero, ¿para qué? Si la verdadera libertad es lo que mueve las emociones dentro de ti, y para mí, es lo que está mal lo que enciende la brasa de m...