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JungHwa miraba atenta el cielo oscuro por la ventana del auto, DakHo conducía, se había ofrecido llevarla a casa. Al inicio ninguno dijo nada, ambos estaban callados.

- ¿Cuándo vuelves a trabajar? - DakHo rompió el silencio.

- Cuando SooBok deje de ser sobreprotector conmigo.

- ¿Tienes una buena relación con tus compañeros de trabajo?

Ella asintió.

- Nos conocemos desde hace mucho... SooBok-Sumbae conocía a MoonJo... ambos eran voluntarios con los adultos mayores una vez al mes...

- El mundo es muy pequeño... Es escalofriante pensar que hemos estado más de una vez en contacto con psicópatas y posibles asesinos seriales.

- No me importa si no estoy en trabajo... No puedo dejar que este caso empeore...

- Te podrías meter en problemas. Además, por el trauma, estás teniendo ataques de pánico, deberías descansar.

- ¿Y cómo quieres que descanse en esta situación? - Se volteó a mirarlo con el ceño fruncido, DakHo se quedó callado - No puedo estar tranquila pensando en qué podría estar pasando con JongWoo. Por todo lo que pasó antes... y ahora esto... - Se volteó hacia la ventana - ¿Por qué tenían que salvarle la vida a ese psicópata?

- Perdón... - Sus ojos eran serios - Debí de quedarme cuidando a JongWoo en ese momento... Los documentos podía ordenarlos luego... yo...

- Hubieras muerto... Él te hubiera asesinado.

- De por sí quienes trabajamos en psiquiatras estamos en constante peligro y nos llenamos de cicatrices. Mi deber era cuidar de mis pacientes y dejé que algo peor pasara.

- No es del todo tu culpa... No deberías hacerte responsable...

- Lo mismo va para ti, JungHwa. ¿No lo has pensado?

Silencio. El resto del camino no hubo más palabras. Ninguno se atrevió a hablar.

Las ruedas sonaron al rozar la tierra. DakHo se estacionó frente a la pequeña casa de JungHwa, las luces de la casa estaban encendidas a pesar de la hora.

- ¿Vives con alguien?

- Con mi papá y mi abuela. - Lo miró.

- Parece que les importas mucho. Se quedaron esperándote. - Le sonrió.

- Sí - Le devolvió la sonrisa -. Tenemos una muy buena relación, y papá está preocupado...

- Lo normal. Deberías tomarte un descanso... No eres la única metida en el caso, ¿crees que tus compañeros no van a hacer nada? ¿Los detectives?

- DakHo-ssi... Miles de veces les dije a ellos, a esos detectives que algo estaba mal, les di lo poco de evidencia que encontré y no hicieron nada hasta después que me pasara ese incidente... ¿Cómo puedo confiar en personas así? Son tan hipócritas...

- No deberías arriesgarte tú sola.

- Está bien... Voy a descansar, o al menos lo intentaré. No prometo nada... Tú también deberías hacerlo. - Salió del auto, viendo a DakHo asentir despacio.

- Cuídate, oficial...

Se quedó estacionado, hasta verla entrar a casa, en el marco de la puerta vio a una señora de edad mayor recibirla y asomarse a mirarlo a él con curiosidad, exclamó algo que no pudo oír y pronto se asomó quien por descarte, sabía que era su padre. JungHwa los entró a ambos y meneó su mano despidiéndose del contrario.

DakHo suspiró y se acomodó para volver a conducir. Al mirar el cielo se dio cuenta de que esa noche no había una luna.

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TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora