🌼
La tensión iba creciendo a medida que la furgoneta avanzaba. JongWoo parecía estar en sus cabales, seguro de lo que quería y haría, las voces en su cabeza se habían callado, y lo único que su mente le mandaba a hacer era terminar con esto.
Aunque también pensaba, sobre pensaba, las posibilidades. Lo sabía bastante bien, hasta donde llegaba la inteligencia de MoonJo, su deseo. Sus prioridades.
Confiaba en JongWoo.
Oh, eso es...
Confiaba en él.
Exacto.
Oh...
JongWoo alzó su vista hacia JungHwa.
- Desatame. - Pareció ordenar.
- ¿Disculpa? - Lo miró DaEun.
- Y cambia el rumbo del camino, hay que volver. - JongWoo se estremeció.
- ¿Por qué? ¿Qué pasa?
- MoonJo no vendrá por mí. No lo hará porque sabe que puedo arreglarmelas solo.
- Y planeas seguirle. - Objetó DaEun.
- ¡No! ¡Quiero ayudar!
- ¿Ayudar? Te volviste su cómplice, mataste gente sin remordimientos.
- ¡Quiero acabar con todo esto, incluso conmigo! ¡Cambia el rumbo!
JungHwa alejó a DaEun de él.
- ¿Dónde está? ¿Sabes algo?
- No sé dónde está, pero sí a dónde irá. Va a terminar el trabajo.
- ¿Cuál trabajo?
- El de los niños del orfanato. Intenta deshacerse de su pasado.
- DakHo... - Esa fue la mecha que encendió el ardor de las llamas, mismas que se levantaron casi hasta el cielo, causando un alborotoso incendio.
🔫
El pasado puede parecer lejano, hasta insignificante. Pero puede ser importante, porque tiene todas las respuestas de por qué somos quienes somos ahora. En el presente. Y este presente el que forja el futuro, y en ese futuro nuestro presente será pasado, por lo que nada, ningún segundo es menos valioso de nuestras vidas.
Pero al mismo tiempo.
¿Cuál es el sentido de vivir si no tenemos nada?
MoonJo fue criado como una bestia. Alguien a quien domesticar para luego usar como perro de pelea en las apuestas. Someterlo a situaciones peligrosas a una edad temprana, enseñarle un mundo aterrador al cual adaptarse. Castigarlo severamente por cualquier error, errores que implementarán demostrar empatia u sentimientos, cosa que no fue tan difícil debido a su naturaleza sádica por cómo era su mente sin tomar ningún tipo de terapia. Era un niño jugando con todo lo que tenía al alcance, pero también teniendo que sobrepasar el dolor, el dolor del abandono, de la traición, de los golpes, el abuso, que utilizarán su cuerpo para tantas cosas.
Era difícil, siempre fue difícil hacer amigos. No sólo porque sus capacidades mentales y lo que le imponía la señora Eum lo hacían imposible. Si no porque la mayoría del tiempo era involuntariamente excluido, y eso no le gustaba. Amaba ser temido, pero también quería que lo admiracen, lo respeten. Pero jamás era así.
En el orfanato pasaba la mayor del tiempo sintiéndose abrumado por la soledad, en especial cuando fue creciendo y convirtiéndose en adolescente. El mismo deseo de tener compañía se convirtió en posesión, una obsesión destructiva.
ESTÁS LEYENDO
Tóxico
FanfictionHobbes plantea que somos malos por naturaleza, y que por esa razón deben haber leyes que nos controlen, pero, ¿para qué? Si la verdadera libertad es lo que mueve las emociones dentro de ti, y para mí, es lo que está mal lo que enciende la brasa de m...