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Lo primero que hizo luego de despertar en la habitación de Cristian, fue salir despavorido e ir a su práctica matutina, se había quedado dormido junto a él.

El agua recorría la espalda de Heung min son, se sentía mal por todo el alboroto de la noche anterior. El entrenamiento fue un momento muy estresante para él, no pudo concentrarse por completo y sabía que eso le costaría caro.
Pero realmente su cabeza viajaba en lo que pasó con Junior y luego como fue donde Cristian a saciar su cuerpo necesitado de sexo. La culpabilidad lo atacaba por usar su cuerpo para tratar de olvidar la estimulacion que le brindo aquel besó con Junior.

Y tampoco podía tapar el sol con un dedo... Sí las puertas del ascensor no se hubiesen abierto, habría tomado el cuerpo de Junior ahí mismo, el deseo fue ensordecedor, lo cegó por completo la lujuria que le brindo ese momento, de su mente no se borraba la forma en la que tomaba los labios de Junior. Lo peor de todo y lo que más detestaba era que mientras lo hacía con Cristian, estaba pensando en Junior.

Y se odiaba, odiaba como eso lo hacía sentir. Aunque trate de evitarlo, algo empezaba a crecer dentro de él, algo que lo atraía como un imán hacia Junior y aunque lo quisiese negar, si tuviera al moreno enfrente de él ahora mismo, tomaría a Junior con fuerza y lo haría rogar hasta saciarlo.

Heung min negó dando un golpe en la pared de mármol de la ducha, le molestaba el deseo carnal que empezaba crecer dentro de él.

Cerro el pase de agua y estiro su brazo para tomar la toalla que estaba a un lado, seco su cuerpo para envolverla en su cintura, se miró a través del espejo, el rostro de la culpabilidad, trató de ignorar lo que su cabeza le gritaba y sacudió su cabello que estaba goteando de agua.

Se colocó las cremas para su rostro, miró la hora en su teléfono, ya estaba siendo tarde, mañana disputarían el otro partido por fases de grupos, debía ir a descansar, salió del baño y busco en el armario donde había metido su ropa, algo fresco para dormir.

Escucho unos toques en la puerta, quizás era Gue-sung o Kang In, para pasar el rato, cuando había algún partido siempre venían a bromear ó simplemente hablar.

Se acercó a la puerta para abrirla y lo que vio lo dejó sorprendido.

— ¿Qué haces aquí? – Heung min pasó saliva, observando al moreno frente a él.

— Lo siento, pero desde anoche no dejo pensar en ti... — dice Junior, mirando al coreano frente a él, entró a la habitación sin esperar a que Heung min le de permiso y cerró la puerta tras de él. – de mi mente no se borra  ese maldito besó.

Heung min no podía decir nada, estaba completamente mudo, su cabeza empezaba a doler, era algo que se estaba saliendo de sus manos. Junior lo hacía mil veces más difícil, y aunque él quisiera saciar todas sus ansias carnales con el moreno frente a él, Son ya tenía a alguien esperando por su amor y ese era Cristian.

— Yo sé que quieres lo mismo que yo quiero –las manos del moreno subieron por su pecho desnudo hasta posicionarse en sus hombros, ese toque ardió sobre la piel pálida del coreano, heung min pasó su lengua sobre su labio inferior.

Lo racional e irracional estaban teniendo una disputa entre quien tomaba el mando del momento, lo racional le exigía sacar a Junior de la habitación, pero la irracional le susurraba que lo hiciera, que estuviese con el moreno, que lo ponga bajo de él y lo tomé de la manera más dura. Cerro los ojos, soltando un suspiró.

– ¿Qué quieres? – La voz del coreano salió ronca, aún sus ojos se mantenían cerrado.

— Te quiero a tí, quiero cada centímetro de piel, quiero tus labios sobre los míos, quiero me tomes y hagas lo que quieras... —Su voz sonaba como un tipo de ruego y eso descolocó la única neurona racional de Heung min, sus ojos se abrieron y observó aquellos ojos claros que esperaban alguna respuesta de él.

close friendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora