Al huir, me di cuenta que no era la misma persona de la que me enamoré, ya no existía aunque su aspecto seguía igual y, su alma ya no le pertenecía.
🗡🗡🗡
SELENE
Mis ojos pesan al párpadeo mientras limpio una de las mesas del restaurante, a primera hora de la mañana.
Trabajar aquí, ha sido todo un reto durante un año y me ha gustado hacerlo.
Me desahogo así misma con nuevos retos tras mi recuperación, la cual parece dar buenas señales. Tener un vacío en mis recuerdos en ocasiones puede ser un poco desesperante pero en otros es lo contrario.
La fragancia de canela que suelto sobre la madera de una mesa se incrusta en mis fosas nasales enviando una corriente de satisfacción.
- Deberías irte, y descansar - interpela Cemre recostando su hombro en el umbral de la puerta que da a la cocina. Es mi compañera de trabajo, y un poco más vieja en esto.
Suelto una sonrisa irónica y asiento al mismo tiempo de hablar - Lo haré pero una vez que terminé de limpiar -.
-Yo sé, porque no quiere irse nuestra linda calabacita - menciona esta vez Onür con una gran sonrisa en su rostro mientras apoya su brazo en el palo de la escoba a unos pocos pasos de mi.
Incrédula levanto la ceja y pregunto - Según a que bases, ¿ Crees que no quiero irme a casa ?- apoyo mis ambas manos sobre la mesa en la espera de su respuesta.
- El piensa que, porque se va a casar todos tenemos estrellitas en la mente - vuelve hablar Cemre acercándose sin dejar de limpiar sus manos en su delantal.
Niega al compás de sus dedos - Nada de estrellas ni chocolates, solo escupo lo que veo y también el olor a lirios que emana ese ramo - señala a su derecha con dirección a la puerta de entrada - que viene justo allí - vuelve a mirarme sin desdibujar esa estúpida sonrisa que trae siempre.
Todos volteamos hacia donde el, lo hizo.
- El jefe está aquí - murmura mi compañera devolviéndose al lugar donde se encontraba -¿Porqué será?-.
La veo alejarse con lentitud y niego ya que se que le está siguiendo el juego a Onür ambos son una bomba del chisme.
La puerta principal se abre mostrando al hombre que me ha ayudado todo este tiempo con un ramo de lirios blancos en sus manos.
Aunque tengo unas ganas enormes de lanzarme encima después de volver a vernos en días, me recuerdo que no es prudente ante las miradas de Cemre y Onür.
Trae consigo un abrigo largo y negro por el frío que ha caído en la ciudad por el cambio de estación ya que este año el invierno ha llegado un poco tarde.
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KILL ME, LOVE 🗡 2° Libro Mafia Turca
RomanceHan transcurrido dos años, desde aquel nefasto accidente en donde Selene sigue sin recuperar la memoria bajo las cálidas manos del empresario ruso Vlad Zelenskiy. Por otra parte, el Jefe de los Yakuzas entrelaza relación con Dimitri para buscar ven...