Han transcurrido dos años, desde aquel nefasto accidente en donde Selene sigue sin recuperar la memoria bajo las cálidas manos del empresario ruso Vlad Zelenskiy.
Por otra parte, el Jefe de los Yakuzas entrelaza relación con Dimitri para buscar ven...
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El ambiente es muy acogedor para todos los presentes, casi todos.
Excepto para dos personas.
Aunque la silueta de la pelirroja se encuentra al otro extremo de Ismail, ambos se notaban extraños. Los recuerdos de hace unas horas atrás en como ella se le acurrucada en el pecho del hombre ante la situacion que sucedió, ninguno de los dos podría desvanecer ahora, y en un futuro.
Se alivió al escuchar las mentiras de Ahmed sobre el hombre que apuñaló, creyó por una undécima vez las noticias de su anterior esposo, sin saber que daño causaría en el futuro o en unas horas.
El, simple hecho de que asistiera a la boda sería un problema que jamás borraría de su mente pero en estos momentos, nadie tenía idea de la tormenta que se avecinaría.
La multitud se alegraba por la boda del Doruk y Melek, pese a tener una diferencia grande de estatus y edad nadie se vió en la obligación de cortar esos lazos.
¿Ellos, realmente serían felices ?, es una verdadera pregunta que todos se hacían mientras aplaudían tras el novio levantar el certificado de matrimonio.
En sus ojos llenos de lágrimas, la respuesta lo confirmaría sin dudarlo.
Aquella castaña, ya era su esposa.
En su mente, divagan cientos de escenarios que pronto harían como una nueva familia.
Vacaciones, momentos juntos donde hacían la cena e incluso jugar con sus hijos en un futuro.
Sus pensamientos puros y llenos de felicidad, lo embriagaron por completo.
El, solo hecho de ver a sus amigos reunidos y personas que conocía para celebrar su gran día, le motivo a besar a su ahora esposa frente a los ojos de todos mientras que ella empezaba a ruborizarse.
Él, parecía encantado como cuando sus padres le dan un juguete nuevo que tanto espero pero a esta realidad, deseaba tener para siempre.
Por primera vez, se sintió de esa forma.
Gülsüm como Serkan se sonreían uno al otro emocionado ante la ceremonia mientras que en los brazos del último yacia el más pequeño de los Eminof aunque ya no es tan pequeño, lo seguía siendo ante los ojos de ambos.
La celebración está a punto de empezar y los invitados se dispersan por toda la mansión, excepto ambas siluetas que no dejaron de observarse desde el inicio de la boda.
Ismail estaba hipnotizado tanto por su belleza como los sentimientos que lo invadían al verla mientras que la pelirroja sonreía nerviosa ante el saludo de algún desconocido sin dejar atrás como la mano de Zelensky le rodea su cintura desnuda.
