27.- UNA ASTILLA Y OTRAS HERIDAS

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Recuerden que este es un borrador por lo cual, habrá faltas de ortografía.

🗡️🗡️EN TERCERA PERSONA🗡️🗡️

Una vez escuché decir que la astilla en una herida por más que la removiera siempre dolería.

En la mente de Ahmed esa astilla dolería toda su vida, ya que la única persona que supo comprenderlo aunque sea un poco fue asesinada y echada como un saco de basura ante sus ojos.

Le basto solo un poco de tiempo para saber quién estuvo detrás de esto, y ahora junto a su ex compañero de celda que inhala su cigarro en el interior de su auto observan al menor de los Kobayashi, ingresar a un pequeño gimnasio en un barrio chino de mala muerte.

-¿Estás seguro de lo que quieres hacer? Ese idiota no puede ni con una mosca, te lo aseguro- insiste el asiático bastante tranquilo.

Aunque no le importaba sí, este tendría que morir ya que su única venganza era desaparecer a cada uno de los Kobayashi lo cual le fue imposible por estos dos años.

Masato sabía que siempre estaba detrás y darle su oportunidad de vengarse no estaba como opción y ahora tener a su amigo psicópata que no le importaría ser asesinado mientras obtiene su venganza le sería de mucha ayuda.

-Él, sabe dónde está el bastardo de su padre y no me importa si tengo que hacer lo necesario por obtener la ubicación - el color rojo en los ojos del castaño es de una rabia latente que incluso una vez que logré eliminar a cada uno de estos no se irá y solo lo consumirá hasta el día de su muerte.

Ahmed extrae el arma de su espalda y la observa con detenimiento, es raro cuando el utiliza ese objeto pero justo ahora necesitaba hacerlo. La revisa que este cargada y vuelve a guardarla para luego tocar su pequeña daga a un costado de su vientre.

-¡Vamos!- espeta sin más, al salir del auto.

Su compañero le sigue con la mirada aunque lo conoce poco se que está dispuesto a cualquier cosa por venganza.

La rabia se apoderó de él, y no aceptó su luto.

La acera está húmeda por las escasas gotas de lluvia que cayeron temprano y el golpe de las zuelas salpican a su alrededor mojando un poco la tela de sus jeans.

Vuelve a llevar una de sus manos al objeto corto punzante pero está vez la empuña con fuerza extrayendo del todo hasta que sus nudillos se vuelvan rojos.

El ruido en el interior del edificio es escaso pero aun así se logra escuchar como algunos golpes en seco rodean el lugar, y otras risas también se incrementan pero estás se detienen de golpe al escuchar la puerta abrirse y ver de quién se trata.

Alrededor de una docena de hombres bastante ejercitados y buena masa muscular se levantan al reconocer el rostro del hombre que no tiene ninguna intención de hablar. Todos son de la ciudad a excepción de dos que ya los habían visto ingresar hace poco.

-¿Akiro Kobayashi?- menciona tejón blanco a un lado de Ahmed que jugaba con su pequeña daga.

Nadie quería acercarse ya que la noticia se había vuelto tendencia en todos lados y casi todos sabían del romance extraño que tenían esos dos, pese a que nunca lo confirmaron.

KILL ME, LOVE 🗡 2° Libro Mafia Turca Donde viven las historias. Descúbrelo ahora