Han transcurrido dos años, desde aquel nefasto accidente en donde Selene sigue sin recuperar la memoria bajo las cálidas manos del empresario ruso Vlad Zelenskiy.
Por otra parte, el Jefe de los Yakuzas entrelaza relación con Dimitri para buscar ven...
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🗡ISMAIL🗡
—¡Espera un segundo!— murmura Melek a un extremo de la sala mientras camina de un lado a otro con la posibilidad de digerir lo que Doruk le acaba de decir — Me estas diciendo que la señorita Selene, en verdad se encuentra con vida y no fue una ilusión mía —.
Doruk asiente sin ninguna expresión a diferencia de la castaña que se emociona por la noticia.
—¡Gracias a Allah! — exclama llevándose ambas manos a su boca —Pero no entiendo, si estuvieron tan cerca. ¿ Porqué orque no está aquí?, ¿Porqué no vino con ustedes ?—.
Sus palabras divagan en mi mente.
—"Quién crees que eres?".
—"Creo que te has equivocado, porque no te conozco".
Y el resto de sus palabras fueron llenas de rencor mientras se atribuía a defender a ese imbécil.
E inclusive aquello no taladra tanto mi mente como esa pequeña palabra que atisbo la pequeña castaña.
Esa palabra fue tan corta que no creo haberla imaginado.
— Mamá — suelta repite y salgo de mi trance, alzando la vista hacia Doruk quien se coloca en el sillón de al frente — También escuchaste lo que dijo la niña, cierto —.
Llevo las dos manos a mi rostro ante la frustración y Melek suelta asombrada —¿Qué? Tal vez escucharon mal —.
—¿Los dos?— pregunta Doruk descansando sus manos en los muslos.
Cierro mis ojos y me lanzo hacia atrás contra el respaldar de sillón con la finalidad de procesar lo que ocurrió hace unas horas.
Agradezco que se han quedado callados por un momento — ¿No cree que deberías ir a descansar un poco ?— sugiere la novia de Doruk.
— Lo haré — resoplo aunque se muy bien que será imposible.
Me levanto del sillón para ir a la habitación pero el sonido brusco de los toques al otro lado de puerta nos alerta a todos.
Melek se aproxima —¿Y ahora qué?— murmuro y con poca importancia me dirijo peldaños arriba para dar a mi habitación.
—Joven Ahmed — suelta, suponiendo su llegada.
— ¡Oh, mi León! — me detengo y volteo a verlo, continúa — ¿No estarás emocionando por ir a dormir mientras otro hombre se encuentra junto a tu amada esposa... muerta que en realidad no lo está? — su ceño se frunce tras intentar acomodar la frase — No importa — se posiciona a escasos centímetros del primer peldaño.
La forma en la que juega con sus palabras y que uno llegue a un resultado me hace perder la estribos en poco tiempo.
– ¿De qué estas hablando ?— interrumpe Doruk llegando a su lado.
