Han transcurrido dos años, desde aquel nefasto accidente en donde Selene sigue sin recuperar la memoria bajo las cálidas manos del empresario ruso Vlad Zelenskiy.
Por otra parte, el Jefe de los Yakuzas entrelaza relación con Dimitri para buscar ven...
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🗡 ISMAIL 🗡
—Aún no entiendo porque decidiste postergar nuestro compromiso, si todo en la ceremonia de apertura del hotel fue excelente. Mi padre se limitó a decir algo pero sé muy bien que se encuentra enfadado — comenta Seyra, a mi derecha en el asiento trasero del auto.
El ambiente fue muy sereno esta noche como para verme involucrado en una escena llena de medios por aquella noticia— Se muy bien lo que hago, solo pospuse unos días hasta arreglar unos pendientes — miento.
Así lo posponga días, meses o años al final tendré que contraer matrimonio con Seyra, ya que esa fue mi decisión.
— Dos días — suelta y la miro de inmediato.
—¿Qué?— cuestiono.
Dibuja una sonrisa en los labios y continúa — Me gustaría que el compromiso se realice en dos días en nuestro hotel — sugiere.
Obtendrá lo que quiere tarde o temprano así que es mejor terminar este acuerdo, lo antes posible.
Inhalo un poco de aire tras escucharla, el tema constante de nuestro compromiso me da estrés.
—Yo me haré cargo de eso — suelto sin importancia.
Todos los medios se encuentran atentos a nuestro compromiso y aun más luego de comunicarlo hoy en la apertura del hotel.
Luego de dos años, vuelvo a estar en el ojo mediático estuve oculto tanto tiempo que en el momento que regrese hace unos meses mi rostro apareció en toda Turquía.
El sonido de las cuencas de la camándula de mi padre es lo único que puede mantenerme tranquilo, ya he perdido las veces que he contado cada una de ellas. Aunque no las tengo todo el tiempo, se utilizarla para quitarme el estrés en el momento indicado.
– Seguro que será perfecto, tiene que serlo — menciona con emoción.
Seyra es un poco menor que yo, por eso es el motivo de su capricho conmigo durante tantos años. No la tolero ni un minuto más pero el hecho de que su padre es mi socio tengo que hacerlo. Siempre fue una niña que tuvo todo para su propio beneficio y ahora no es la excepción.
La cabeza me late y siento que está a punto de explotar por sus caprichos estúpidos — Deten el auto en esta farmacia y consigue un analgésico — le ordeno a Ohmer que de inmediato lo hace.
El auto se detiene en alguna calle remota de la ciudad, las palabras de Seyra vagan por el aire porque apenas puedo escucharle por el dolor. Visualizo por la ventana del auto encontrándome con un restaurante que yace al otro lado de la calle.
Extraigo mi celular sin dejar de observar en esa dirección, solo lo hago por un breve segundo para buscar el número de Mustafa a quien llamo enseguida — ¿ Abi?— escucho su voz al tercer timbre.
