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—¿Qué música te gusta?

—En su mayoría escucho instrumental y clásica.

—Muy de la realeza, príncipe.

—Aunque también me gustan mucho Arctic Monkeys e Imagine Dragons.

—Bueno, eso no es tan principesco, pero te da personalidad. Yo escucho mucho a los ex miembros de One Direction, en especial Niall y Zayn, y a Taylor Swift.

—Conozco la banda, no sabía los nombres de los integrantes. Me parece que a mi hermana le gusta esa última que dijiste, vive escuchando el álbum Reputation.

—¿Cómo que esa? Todo el mundo debería escuchar a Tay, es una reina. De todos sus discos los que más me gustan son Lover, Evermore, Folklore y también Rep.

—Cuando mi hermana la esté escuchando voy a prestar más atención.

—La verdad es que la voz de Michael Bublé me da sueño —informa soltando un bostezo, en referencia a It's Beginning to Look a Lot Like Christmas, la canción que está sonando por los auriculares que comparten.

—No creo que te haga mal dormir un poco.

—Pero nos queda apenas más de hora y media del viaje, no quiero desperdiciarlo.

—Dormís un rato y yo te despierto cuando falten cuarenta y cinco minutos, ¿sí?

—Okey, gracias —dice y temerosamente apoya su cabeza en el hombro de él.

—Que descanses, bola de nieve.

Su respiración se vuelve más acompasada hasta que se queda dormida. Le pone pausa a la música, para no molestarla. Mira por la ventana. Ya es de noche. Se pueden ver unas pocas estrellas y la luna bien a lo lejos. Surge un bosque que desaparece con la misma velocidad con la que apareció. Solo hay metros y metros de terreno llano. De vez en cuando aparece una casita con las luces prendidas.

Luego, cansado de ver lo mismo por un rato, se enfoca en ella. Ya la había observado y aún así no le aburre volver a hacerlo. Su reflejo en la ventana le permite ver la expresión relajada que tiene su rostro, duerme con una leve curva en los labios, como si en cualquier momento fuera a sonreír. Mira sus manos y la imagina preparando café todos los fines de semana. Seguramente siempre tiene el cabello colorado recogido y bastante despeinado, atiende a todos con una sonrisa amable y su piel desprende un dulce aroma a café. Aunque esos dedos finos también buscan libros en las estanterías y deslizan sus hojas siguiendo alguna historia. Todos los chicos del colegio en el que trabaja deben amarla.

La conoce hace apenas unas horas, pero tiene la certeza de que es una persona dulce y servicial, dispuesta a poner a los demás por encima de sí misma. Debe ser una gran amiga, de esas que dan consejos sensatos y te ayudan a buscar la felicidad. No quiere olvidarla. Le gustaría poder recordar a la chica amable de risa contagiosa e ideales nobles, contar esa pequeña travesía que compartieron juntos. Sería la prueba de que hay personas que te marcan para siempre. 

7 Horas Para Conocerte (Él y Ella #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora