25 de diciembre

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De: ella

Para: él

¡Buenos días, príncipe!

¿Cómo estás? ¿Todo bien en tu magnífica y probablemente inventada Astiana? Por las dudas, cuando termine de escribir esto voy a tomarme mi tiempo de buscar tu maravillosa nación en Google. No sé porqué no lo hice antes y eso que soy curiosa, eh. En fin... ¡es navidad! ¡Feliz navidad, príncipe! Espero que pases un hermoso día con tu familia, amigos y otros astianos. Ya empiezo a ser desconfiada de que tu país existe, de verdad. De todas formas, la navidad es una época de milagros y ¿quién sabe? tal vez sí es real. Perdón, no dormí nada y ya estoy delirando. Gracias por tener el valor de informarme del papelito dentro de la taza de hombrecito de jengibre (es mi nueva favorita, por si te interesa saberlo). Supongo que ya lo viste, pero por si no es el caso, en la base del globo de nieve también hay una notita para contactarme. Aunque ahora es irrelevante porque ya me dejaste tú mail. ¿Estoy divagando? Definitivamente lo estoy haciendo. Tal vez el tiramisú tenía demasiado licor de café... Por las dudas, con el objetivo de prevenir que diga cualquier locura y que al final dejes de hablarme cuando te des cuenta de que sí estoy un poco loca, voy a terminar este email. Así que feliz navidad, próspero año y felicidad, mi príncipe. Espero recibir noticias tuyas en algún momento. Por favor, no te asustes con toda esta verborrea de palabras, sabés que soy más coherente que esto (al menos la mayoría de las veces). Bueno, eso es todo, supongo. Bye!

Con cariño,

bola de nieve.

PD: es raro firmar así, no creo que las bolas de nieve escriban mails... Aunque si lo analizas por un rato parece especial. Creo que sí, todavía me quedo con el bola de nieve. Otra vez, perdón por eso, siento que no me disculpé lo suficiente el otro día. Te golpeé con una bola de nieve, como si tuviera cinco años, por Dios. Listo, listo. Ya me voy. Perdón y feliz navidad, príncipe.

De: ella

Para: él

¡Busqué Astiana en Google y apareciste por todos lados! Y cuando digo todos es TODOS. No lo puedo creer, entonces yo tenía razón. ¿En serio no estoy delirando? ¿Es verdad? ¡¿Sos un príncipe de verdad y no me lo dijiste?! ¡No puedo creerlo!

Atte.

una bola de nieve MUY confundida.

PD: no estoy molesta por que no me lo hayas dicho, si es que te importa saberlo, pero me podrías haber dicho que estaba en lo cierto. Espero respuestas, príncipe. Un segundo... ¿puedo seguir diciéndote así o tengo que llamarte alteza real?

7 Horas Para Conocerte (Él y Ella #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora