Capítulo 33.

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Stiles

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Stiles.

Sigo siendo impaciente, aún imagino como será mi boda con Derek, lo estamos planeando lentamente, pero quiero que ese momento llegue ya. He despertado, a veces me es difícil conciliar el sueño, imágenes del pasado aún se proyectan, creí que sería temporal... Pero ya parece un hábito, ya no me vuelven loco, pero considero que sigue siendo raro.

Aunque es de madrugada; me coloco unas pantuflas grises que claro pertenecen a mi lobo. Suspiro bajito, y tomo iniciativa para abandonar el calor se mi cama.

Me encuentro levantado, escucho un gruñido por parte de Derek, no quiero despertarle... Simplemente salgo lo más rápido que puedo de la habitación hasta el pórtico.

Veo como la espesa nieve cubre todo a su paso, sobre la carretera veo pasar algunos vehículos a la madrugada, y no puedo evitar preguntarme ¿A dónde van? Es curioso, no solía prestarle atención a mi entorno, pero ahora lo hago... Y me inquieta.

- Supongo que debería volver a la cama, deseo pescar al menos unas horas más de sueño. - murmuré para mí mismo.

Camino con cautela, lento porque las luces aún se encuentran apagadas. Pero no puedo evitar escuchar ruidos extraños que provienen de mi habitación.

- Derek ¿Eres tu? - pregunté, pero los sollozos continuaron.

- No me asustes Der, ¿Estás ahí? - pregunté nervioso cada vez más cerca de mi cuarto.

- Oye, no estoy para bromas Derek. - murmuré al entrar, pero solo encontré a un muchacho tembloroso, envuelto en cobijas y en posición fetal.

Corrí, salté en la cama como pude y lo abracé fuertemente, quise calmarlo, pude sentir su respiración agitada y como su ritmo cardíaco se elevaba.

- Der... ¿Pasó algo? - me animé a preguntar.

No obtuve respuesta, no quería presionar así que espere unos minutos, esperando a que estuviese más tranquilo, listo para cooperar en lo que fuera que le estuviera pasando.

- Puedes decirme lo que sea... ¿Tuviste una pesadilla? - cuestioné, tratando de ser sutil.

Hubo unos minutos de silencio, solo nuestra respiración podía escucharse en la habitación. Así que después de un rato se animó a hablar.

- Pensé que te habías ido... - murmuró mi ojiverde y le miré confuso, queriendo procesar lo dicho.

- Olvídalo, sé que es tonto y no debí molestarte con estas cosas pe...- musitó y decidí cortarlo.

- Hey, no es tonto y no me molestas. ¿Entendido? Ahora... ¿Por qué pensaste que te había dejado? Jamás haría eso Derek. ¿Lo sabes no? - quise verificar que me entendiera y asintió con la cabeza.

𝐓𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐞́ 𝐞𝐧 1945. | 𝐒𝐭𝐞𝐫𝐞𝐤 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora