Capítulo 10.

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- S-son ustedes... Derek, Mieczyslaw... ¿Ya morí? - pregunta lloroso y cayendo al suelo de rodillas.

- ¿Somos quienes? - pregunta Stiles mientras observa como el hombre sigue en el suelo sin lograr recuperarse.

- No tengo ni la más mínima idea. - responde Derek entre dientes y en un tono bajito. Mostrándose completamente incómodo ante la situación.

- ¿Me han olvidado? No los culpo, ha pasado mucho tiempo y quizás el tiempo es distinto en el cielo. - gimotea el anciano. - Eso significa, que lo que hacían en el ejército no estaba mal, ¡Los homosexuales si van al cielo! - resopla el hombre que se pone de pie y caminando se incorpora en la cama.

- Derek, ¿Sabes si tiene esquizofrenia o algo? - cuestiona el menor y Derek le da un golpecito en la nuca. - ¡Hey! Creí que ya no nos golpeabamos.

- Respeta a la gente mayor. - espeta Derek quien se cruza de brazos y mira como el sargento comienza a reírse.

- Siguen siendo igual al día en que los conocí, esa relación de amor-odio siempre me pareció tan única. - ambos observan como una curvatura se forma en los labios del anciano y finaliza en una sonrisa brillante.

En este punto, el lobo y el humano no sabían que hacer. Parecía un hombre agradable, pero ¿Cómo le explicaban que habían entrado a su casa sin consentimiento para robar alguna antigüedad? Ciertamente no tenían idea.

- Señor Talbot, nosotros también nos preguntamos lo mismo. Pero usted no está muerto. - se apresura Stiles contestar.

- Ustedes se ven tan jóvenes y yo tan viejo. No me hace sentido verlos así. - indaga el hombre mayor.

- Sabemos que suena poco creíble señor, pero tenemos recuerdos de las personas que usted menciona sin ser ellas. - responde Derek.

- ¿Cómo reencarnar? Me estoy volviendo loco y creo que los medicamentos ya no me están haciendo efecto. - susurra con tristeza y es solo Derek quien puede escuchar esa voz tan bajita.

- Mire, necesitamos algún objeto de la era donde usted conoció a Mieczyslaw y Derek, señor. - explica el castaño. - Así podremos recuperar memorias perdidas. ¿No es así Derek?

El lobo sólo asiente.

- ¿Un objeto? ¿Te refieres a que debo entregarle mis reliquias a dos completos desconocidos que dicen reencarnar en mis amigos? - pregunta el anciano con incredulidad en su tono.

- Si, básicamente. - responde Stiles y el moreno le da un golpe con el codo.

- Ustedes si que son ellos. - ríe el señor. - Quizá puedan tomar mi placa del... Ejército. - musita el señor, que no había pensado durante años en sus días de sargento, sino en el amor que se juraron sus amigos.

𝐓𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐞́ 𝐞𝐧 1945. | 𝐒𝐭𝐞𝐫𝐞𝐤 |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora