1 _ Despido

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_ ¡¡¡Despídela!! ¡Quiero que la despidas ahora mismo! ¡No la quiero más en mi empresa, no he conocido a nadie más inútil en toda mi vida! _ gritó exasperado.

Hacía unas horas que había aterrizado en Japón después de un vuelo de más 13 horas. Se registró en el hotel y después de subir a su suite a refrescarse y cambiarse se dirigió directamente a la reunión.

Lo recibieron en la empresa que iba adquirir con gran efusividad, tanto por parte de los trabajadores como por el equipo ejecutivo, pero eso no le extrañó, todos estaban contentos de poder seguir manteniendo sus puestos de trabajo y no quedar desempleados por el cierre por mala gestión al que se enfrentaban.

Todo estaba correcto en el momento de la firma del contrato hasta que después de estampar su rubrica fué que se fijó en las cifras: había pagado más de 5 millones por encima de lo acordado.

Fué su error, tenía que haberlo corroborado y no lo hizo, pero aún así también era de su asistente, pues ella era la encargada de redactar los contratos y no es lo mismo 20 que 25 millones.

_ Calma hermano, no te pongas así que te va a dar algo_ intentó tranquilizarlo su amigo al otra lado de la línea _ sé que te ha costado mucha pasta pero tiene un contrato...

_ ¡Me importa una mierda! Págale lo que  sea necesario de liquidación Will, pero no la quiero ver nunca más_ se llevó la mano a la cara y se la frotó con frustración _ mira, se que es una buena chica pero es un desastre y no es la primera vez_ dijo un poco más calmo _ primero fueron cosas pequeñas que no tuvieron mayor relevancia, pero la semana pasada me mandó a Roma cuando tenía que  estar en Grecia y casi pierdo la negociación y ahora esto... entiende que no lo puedo dejar pasar.

_ Te entiendo y tienes razón, hablaré con ella lo antes posible y abriré la oferta de trabajo ¿tienes pensado algo en específico? No se, rubia, morena, tetas grandes, pequeñas, buen culo..._ intentó bromear para haber si se le pasaba el cabreo.

_ Eres un capullo, Will sabes que eso me da igual, solo por favor que no sea muy mayor, alguien profesional y que esté a la altura del puesto.

_ Creo que tengo a alguien en mente pero no tiene experiencia laboral similar...

_ No quiero que contrates a ninguna de tus conquistas Romeo _ cortó de inmediato _ tus amiguitas con derecho se pueden quedar fuera del trabajo, aunque vete tú a saber cuantas de las secretarias habrán caído ya en tus redes _ insinuó _ ya te he dicho que quiero a alguien profesional y que no quiera meterse en mi cama.

_ Tranquilo John, esta chica no es así, es la única mujer que realmente es mi amiga y es muy formal,  la conozco desde hace un par de años _ dijo sinceramente _ acaba de terminar la universidad por eso no tiene experiencia laboral en el sector, pero pongo una mano en el fuego por ella sin dudar y es muy hermosa...

_ Vale, vale confío en ti. _ volvió a cortarle _ Además necesito que  subas a cubrirme ya que al estar sin asistente, la presidencia no puede quedar sola y de paso le muestras sus funciones y como trabaja la empresa, si es que acepta el empleo.

_ De que acepte me encargo yo no te preocupes, y de lo otro tampoco, yo te cubro.

_ Gracias hermano, otra cosa... si llega aparecer por ahí Stanton dile que todo va bien y que regreso en unos días, no quiero que ande metiendo sus narices donde le de la gana _ dijo fastidiado.

_ Ya te dije que te quedes tranquilo que yo te cubro, entiendo porque le tienes tanto asco, pero sigue siendo tu padrastro y socio de la empresa, y si recibe dinero también tendría que trabajar.

John nada le contestó, se limitó a decirle adiós por la línea y cortó la llamada. Él confiaba plenamente en Will, eran amigos desde hace 10 años, desde la universidad. Sus personalidades eran muy diferentes pero aún así eran como hermanos.
Ya más calmado abandonó su suite para dirigirse al restaurante del hotel, se sentó sólo en una mesa apartada y ojeó el menú con calma.

_ ¿Ya sabe lo que va a pedir? _ preguntó la camarera con voz seductora y una mirada que lo decía todo. Sin siquiera mirarla solo pidió.

_ Traigame la carne en salsa de boletus y un poco de vino. _ la joven le sonrió pero la ignoró completamente.

Momento después la joven regresó contoneando las caderas de forma insinuante. "Joder, otra vez" pensó. No le gustaba que las mujeres se le ofrecieran en bandeja y gracias a su físico y a su estatus, eso le ocurría constantemente.

_ Aquí tiene su vino señor Black, soy Akane por cierto y en media hora termina mi turno, por si quiere conocer la ciudad.

_ No pierda su tiempo señorita Akane _ contestó seco _ no me interesa. _  a la mujer se le coloreó el rostro y salió pitando de allí.

Mientras disfrutaba de su cena se dedicó a pensar en todo lo que había conseguido con tanto trabajo y esfuerzo, noches enteras sin dormir y el miedo a perderlo todo.

Con tan solo 19 años y en su segundo año de carrera creó su propia empresa, en una pequeña oficina situada en un entresuelo encima de un taller mecánico, y ahora era el C.E.O de una multinacional, por supuesto tenía inversionistas, pero todo el mérito y trabajo duro para llegar hasta donde estaban, era suyo.

Cenó en calma y disfrutó de un par de copas de vino antes de regresar a su habitación. Debía descansar, tenía dos semanas más de estadía en Tokio y sin una asistente, todo sería mucho más complicado.

.....

Will abandonó su despacho en el departamento de rr.hh. después de tener que soportar 30 minutos de llanto de Susan, la muchacha que hasta ese momento fungía como asistente de presidencia. La pobre mujer se disculpó una y otra vez por los errores cometidos, pero era una decisión en firme que no tenía vuelta atrás.

Subió a la oficina del C.E.O. y organizó todo de la mejor manera antes de tomar el teléfono y marcar a la única persona que él esperaba le sacara de ese embrollo.
El teléfono sonó un par de veces antes de que le tomara la llamada.

_ ¿Hola?

_ Hola guapa, ¿cómo estás?

_ Perdón ¿quién habla?

_ Perdona Luna, soy Will

_ ¡Hola Will! ¿Qué tal?_ saludó feliz _ no sabía que eras tú, no conocía el número.

_ Oye te llamaba para haber si podíamos quedar esta tarde a tomar un café, tengo una propuesta para ti _ una carcajada se escuchó al otro lado del teléfono.

_ ¿Vas a empezar otra vez con lo mismo?_ Will sonrió _ no voy a acostarme contigo, ya te lo he dicho un montón de veces.

_ Y voy a seguir insistiendo hasta que aceptes bombón _ jugueteó _ pero no te llamaba para eso, ¿qué te parece a las 7 en la cafetería cerca de tu departamento? La que tiene esos pastelitos que estan de muerte.

_ Está bien, nos vemos a las 7_ confirmó _ pero tú invitas.

_ Créeme después de lo que voy a ofrecerte me vas a invitar tú, muñeca.

Después de esa pícara despedida, centró su atención en el trabajo que tenía por delante que era mucho y esperó paciente a la hora de su encuentro.

Una Voz Entre Sombras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora