Abrió los ojos con pereza y estiró su cuerpo cuanto pudo por el mullido colchón, hasta que sus brazos y piernas chocaron con algo que no debía estar ahí. Durmiendo a su lado, exhibiendo su trabajado cuerpo, estaba su jefe.
Sacudió la cabeza al tiempo que apretaba los ojos esperando que eso que acababa de ver no fuera más que una quimera de su imaginación, pero al abrirlos, él seguía ahí. Poco a poco los recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente; el club, su jefe, las copas, la película y al final, él en su cama.
No pudo quedarse con las ganas y lo miró con detenimiento, era un hombre muy guapo, eso era evidente, lo sabía desde el primer día, pero verlo ahora ahí a su lado, prácticamente desnudo, la hacía trepidar entera. Estiró la mano tentada a pasarla por sus pectorales y delinear cada músculo definido de su torso, pero finalmente se acobardó.
Se levantó con cuidado de no despertarlo y se metió al cuarto de baño, donde se aseó y se puso el sujetador, puesto que la camiseta de "indigente", como ella le llamaba, transparentaba demasiado. Pensó en cambiársela pero como estaba en su casa, y así estaba cómoda, no lo hizo, se limitó a salir del cuarto de baño y se puso unos leggins de algodón y se fué a la cocina a preparar algo de desayuno.
Él despertó minutos después mirando su entorno, se ubicó en segundos cuando recordó lo acontecido la noche anterior. Tocó el colchón a su lado encontrandolo frío, lo que significaba que ella hacía rato se había levantado. La buscó con la mirada y al no encontrarla se acercó al baño donde la puerta estaba abierta, entró y se aseó un poco para salir en su búsqueda.
En cuanto salió de la habitación el aroma a la comida inundó sus fosas nasales y la música que sonaba lo hizo esbozar una sonrisa.
La canción "Stand by me" de Ben E. King lo llevó a la cocina donde Luna estaba totalmente concentrada en lo que tenía en el hornillo, ella cantaba suavemente al tiempo que revolvía en la sarten y bailaba en el sitio moviendo la cadera.
Cuando la noche haya llegado
Y la tierra esté oscura
Y la luna sea la única luz que veamos
No, no tendré miedo
No tendré miedo
Solo mientras tú estés
Estés conmigo
Así que cariño
Cariño
Quédate conmigo
Oh Oh Quédate conmigo
Quédate
Quédate conmigoSi el cielo hacía el que levantamos la vista
Se derrumbarse y cayese
O si las montañas se desplomasen
Hacía el mar
Yo no lloraría
No lloraría
No derramaría una lágrima
Solo mientras tú estés
Estés conmigo
Así que cariño
Cariño
Quédate conmigo
Oh oh Quédate conmigo
Oh oh Quédate ahora
Quédate conmigo (2)(Música)
Así que cariño
Cariño
Quédate conmigo
Oh oh Quédate conmigo
Quédate ahora
Quédate conmigo (2)
Siempre que estés en problemas
¿Te quedarás conmigo?
Quédate conmigo
Solo quédate, oh quédateJohn se dedicó a observarla desde el marco de la puerta de la cocina, se quedó embobado mirándola durante la primera parte de la canción, pero no pudo quedarse quieto.
Se acercó a ella y la tomó por la cintura haciendo que se volteara sorprendida, pero no la dejó reaccionar al sujetar sus manos y comenzar a moverse de lado a lado invitándola a bailar.
Un poco perdida por su comportamiento, Luna le siguió el juego, rió alegre cuando levantó una de sus manos haciéndola girar un par de veces sobre si misma para luego pegarla a su cuerpo. Luna se dejó llevar por la calidez del momento y recostó sus manos y su cabeza contra su pecho, sintiendo su calor, al tiempo que John pasaba sus brazos por su espalda para pegarla más contra él.
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Una Voz Entre Sombras
Lãng mạnCentrado en el trabajo no tenía ni quería nada que ver con ninguna mujer, pero cuando escuchó su voz por primera vez ya no pudo sacársela de la cabeza. Ella vivía encerrada en su oscuridad y soledad, ocultándose del mundo hasta que lo conoció a él...