20 _ Entre nosotros

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Como casi todas las mañanas que dormía con ella, despertó sólo en la cama. Salió de la habitación después de pasar por el baño y caminó despacio por el pasillo, no sabía cómo afrontar la situación y el silencio que inundaba el departamento no hacía más que empeorarlo todo.

Se paró en el marco de la puerta de la cocina al verla allí, estaba de pie apoyada en la mesada, con la cabeza baja y la mirada fija en la taza de café que sostenía entre sus manos, en sus ojos pudo ver que no había pasado buena noche, sobretodo por las pronunciadas ojeras que se dibujaban en su rostro.

Se acercó hasta quedar a tan sólo un paso, haciéndola reaccionar, ella lo miró a los ojos un segundo volviendo a bajar la mirada.

Tenía que hacerlo, no sabía cómo, ni si tendría el valor para ello, pero tenía que terminar con eso, fuera lo que fuera. Estaba enamorada de él pero sabía que no era recíproco, John jamás la amaría como ella deseaba, pero renunciar a lo que se ama por miedo al dolor es de cobardes, y aunque ella no lo era, ya estaba cansada de sufrir.

Antes de que pudiera pronunciar palabra alguna, John acunó su cara con ambas manos uniendo sus labios con los suyos, en un beso suave, delicado y tierno, intentando transmitirle lo que sentía por ella, aunque ni el mismo estaba seguro de lo que era ¿amistad? ¿afecto? ¿quizás amor? no lo sabía, lo único que quería era demostrarle que él estaba ahí, con ella.

Cerró los ojos intentando evitar que salieran las lágrimas que se acumulaban en ellos, sintiendo la calided de sus labios y la ternura de su beso, no había posesión o lujuria en el, solo cariño y delicadeza, derribando la barrera que había construido alrededor de su corazón aquella misma noche.

Se separó lentamente de su boca cuando necesitaron respirar, y una ligera sonrisa se dibujó en sus labios al encontrar la forma perfecta, tanto para animarla, como para que entendiera que él estaría ahí para ella. Le hizo una seña con la mano indicándole que esperara, mientras de su bolsillo sacó su móvil y buscaba una canción. "Ain't no mountain high enough _ Marvin Gaye & Tammy Terrel" comenzó a sonar.

- ¡Escucha, nena!
No hay montaña alta
No hay valle profundo
No hay río suficientemente ancho, nena

+ Si me necesitas, llámame
No importa donde estés
No importa cuán lejos

- No te preocupes, nena

+ Solo grita mi nombre
Y estaré allí a toda prisa
¡No tienes que preocuparte!

× Porque, cariño, no hay montaña
Lo suficientemente alta
No hay valle lo suficientemente profundo
No hay río lo suficientemente ancho
Que me impidan llegar hasta tí, cariño.

- ¿Recuerdas el día
En que te liberé?
Te dije que siempre podrías
Contar conmigo, querida
Desde aquel día
Hice una promesa
Estaría allí cuando tú quisieras
De una manera u otra

× Porque, cariño, no hay montaña
Lo suficientemente alta
No hay valle lo suficientemente profundo
No hay río lo suficientemente ancho
Que me impidan llegar hasta tí, cariño

- ¡Oh, no, querida!

+ Ni viento, ni lluvia
Ni frío invernal
Pueden detenerme, cariño

- No, no, cariño

+ Porque tú eres mi meta

- Si alguna vez tienes problemas
Estaré allí enseguida
Solo manda que me busquen
¡Oh, cariño!

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